Recién se iniciaba el ciclo lectivo 2019. Los chicos de 1er grado comenzaban a conocer a las maestras y compañeros en la Escuela 25, del barrio Los Cachorros.
Era 14 de marzo. Los chicos tomaban clases en una de las aulas, en el turno tarde, cuando parte de un techo se derrumbó, provocando heridas a dos niños que estaban sentados en el fondo.
El hecho provocó conmoción en la comunidad educativa y reavivó el debate por el estado de los edificios escolares.
Hoy, a tres meses del derrumbe y luego de haber clausurado cuatro aulas, los padres de ese establecimiento esperan saber por qué no se avanza con los trabajos de refacción.
La consejera escolar, Rosario Beláustegui, recogió la inquietud y agregó que actualmente, los chicos que asisten a esa escuela no lo hacen en las mejores condiciones.
Es que luego del episodio y de la suspensión de clases, que se extendió casi un mes, desde el Consejo Escolar se pidió a la Provincia que enviara aulas modulares para poder continuar así con el ciclo lectivo.
Pero, tal como manifestó la consejera, esos espacios provisorios no cuentan con el lugar necesario para albergar a más de 30 alumnos por aula.
“En esas aulas los chicos están en condiciones poco dignas. Están pensadas para 20 chicos, pero hay más de 30. Actualmente, los chicos están hacinados”, remarcó Beláustegui.
“Consideramos llamativo que después de haber suspendido un mes las clases, las obras no hayan comenzado. Hablaban de la posibilidad de hacer los trabajos en las vacaciones de invierno, pero lo que vemos es que se sigue perdiendo tiempo”, reclamó.
Frente a la situación, la consejera escolar señaló que viene insistiendo con el pedido para que la Provincia inicie y culmine las obras.
Además, el bloque de concejales del Frente Pilarense presentaron en paralelo un pedido de informes en el Concejo Deliberante con el objetivo de conocer “si se han realizado las obras; el estado de avance de las mismas y fecha estimada de culminación”.
También pidieron que “la Secretaría de Educación informe sobre el estado y funcionalidad de las aulas modulares que se están utilizando”.
“Esperamos respuestas, queremos saber cuáles serán los plazos y que se termine con esta cuestión porque desde marzo los chicos están igual. Lo único que buscamos es que nos garanticen que se van a hacer las obras y que, después del receso de invierno, los chicos y chicas puedan entrar a las aulas que les corresponde”, cerró Beláustegui.
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