La imagen duele, cala hondo en el alma de quienes a diario asisten a la biblioteca P.U.M.A de Manuel Alberti a leer, consultar libros, buscar información, hacer las tareas de la escuela o los que simplemente se acercan a pasar un rato en una de las instituciones más emblemáticas de esa localidad.
En la foto se la ve a la bibliotecaria, Gloria Suárez, que decidida a no cerrar las puertas de la “Biblio” puso manos a la obra para que eso no suceda.
La entidad está sin luz desde el pasado martes a la mañana. Ese día, Edenor desconectó el servicio. La causa: no llegaron a reunir el dinero para poder pagar las facturas.
Tienen varias acumuladas. Una deuda que asciende a más de 5 mil pesos, a lo que deben sumar otros costos, como por ejemplo el pago del alquiler del lugar donde hace 19 años están instalados.
El corte del suministro puso en jaque a la Biblioteca, que hasta el momento no recibió ayuda alguna.
Y por eso, Gloria decidió actuar. ¿Qué hizo? Podó las ramas de los árboles que daban sombra al patio de ingreso a la entidad y así lograr que entrara más luz natural por las ventanas.
“Como todos los días y pese al corte de luz de EDENOR hoy abrimos la Biblioteca PUMA. Cortamos las ramas que cubrían la luz por la ventana y así podremos dar la clase de Apoyo Escolar a los chicos y atender a los usuarios que consulten”, anunciaron desde la entidad.
Con las ventanas despejadas, más tarde los chicos fueron llegando. Gloria los recibió como lo hace siempre, desde su lugar al frente de la Biblioteca. Ese que ocupa pese a la demora de más de 4 meses en la llegada del subsidio que cubre parte de su sueldo.
Cuando adentro no hubo más luz, la mesa con las tareas se trasladó al patio. “Así aprovechamos la luz del día un poco más y los nenes pueden hacer sus tareas”, se animan en la P.U.M.A.
Así, con un tarifazo que intenta voltearlos, en la P.U.M.A están firmes y decididos a no claudicar. “Seguimos adelante”, aseguran.
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