Las aprehensiones estuvieron a cargo del destacamento de Monterrey, quienes apresaron a dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, que habían robado a varias personas al amenazarlos con una pistola.

Los aprehendidos son dos hombres que en mayo pasado habían cometido el atraco en ese comercio de la localidad de Del Viso. Las cámaras de vigilancia en la vía pública fueron clave para identificarlos. 

La víctima tenía 25 años y era oriunda de Manuel Alberti. El ataque fue en Garín, donde su novio le disparó en la cadera. El femicida intentó hacer pasar el hecho como un  intento de robo.

Ocurrió en una urbanización de Manzanares, donde un hombre de 69 años y una mujer de 65 fueron hallados sin vida. Se encontró desvanecida a una de las hijas de las víctimas fatales, quien se encuentra internada en estado delicado.

Ocurrió en Altos de Manzanares. Al menos cuatro delincuentes irrumpieron en una de las viviendas de la urbanización a la que ingresaron tras cortar el cerco perimetral. También se llevaron dos televisores.

Al menos 10 delincuentes encapuchados y con armas de fuego redujeron al personal de la firma TASA. Se llevaron varios pallets con mercadería.

Los malvivientes, de 16 y 18 años, sustrajeron dinero de un negocio y escaparon. Los uniformados dispusieron un operativo cerrojo para interceptarlos, momento en el que comenzó la balacera.

Una investigación internacional llevó a cabo una serie de allanamientos en varios países y en 11 provincias de la Argentina. En paralelo, una investigación de San Isidro logró aprehender a un sospechoso en un barrio cerrado de La Lonja.

La medida alcanza a las entidades del Provincia, Santander y Galicia. Hay varias víctimas pilarenses, de una banda que se hacía pasar por gestores de ANSES, quienes prometían el beneficio del IFE para obtener datos bancarios.

El hecho ocurrió cuando el sujeto no quiso abonar los servicios de la víctima. Tras una discusión, el agresor extrajo un arma y le disparó en las piernas.

Se trata de la Comunidad San Antonio ubicada en Villa Rosa. El administrador del lugar, Nicolás Perrone, apuntaba con armas a los chicos internados. El lugar ya había sido denunciado por tres muertes dudosas y violación a los derechos humanos.