El femicida de la dirigente Laura Sirera, Matías Bernal, falleció esta madrugada en el hospital en el que se encontraba internado desde el día del ataque, el pasado 19 de diciembre.
Bernal estaba acusado de haber matado a martillazos a Sirera, con quien estaba en un proceso de separación, en una casa que compartían hasta hace poco tiempo en el barrio La Terraza.
Tras el ataque, Bernal, exconsejero escolar, apareció horas más tarde en su auto particular en la zona de Derqui, con una profunda herida en la garganta, se cree generada por él mismo con el objeto de suicidarse. Tras ser hospitalizado en el Sanguinetti, luego fue trasladado al Hospital Balestrini, en Ciudad Evita, donde fue sometido a una cirugía, aunque su estado siempre fue delicado.
Allí, el hombre llegó a declarar por escrito y dijo no recordar nada del día del crimen, aunque sí que hubo una pelea verbal con Sirera, concejal suplente del Frente de Todos. Según informó Canal Pilar, Bernal sufrió una neumonía por una infección intrahospitalaria, y falleció en la madrugada de este jueves, a las 3 de la mañana.
Bernal y Sirera estaban casados y tenían dos hijos, aunque un mes antes del crimen habían comenzado un proceso de separación.
Ese proceso, según señalaron familiares y allegados, no se estaba dando en buenos términos, sobre todo por la negativa de Bernal a divorciarse. De hecho, pese a que hace semanas que vivían separados, Bernal se le aparecía a Sirera en horas de la noche, por lo que la joven abogada había decidido mudarse a un barrio privado.
El día del crimen, Sirera había retornado a la casa del barrio La Terraza a buscar unos documentos y unas llaves, momento en el que, tras una discusión que el propio Bernal admitió en su declaración, fue atacada por el hombre, quien le propinó 18 golpes con un martillo, varios de ellos en la cabeza.
El femicidio de Sirera generó una fuerte conmoción en Pilar, y sus compañeros de militancia y amigos marcharon en la Plaza 12 de Octubre, días después del asesinato, en un sentido homenaje a la joven.