Viernes, 22 Noviembre 2019 00:00

La mujer degollada y quemada sufrió además 25 puñaladas y heridas en genitales

Se conocieron detalles de la autopsia sobre el cuerpo de Marcela Hilarión, asesinada en una verdulería de Del Viso, aparentemente por un empleado que luego se suicidó. Creen que hubo un intento de abuso sexual.

Marcela Hilarión, de 30 años, sufrió 25 heridas cortantes en todo el cuerpo, además de haber sido degollada y atacada con un cuchillo en el ojo.

 

La mujer fue asesinada en el depósito de una verdulería de Del Viso, sobre la calle Gualeguaychú Gol Club 2800 de esa localidad, se presume por su empleado, Rogelio Quispe, quien también murió fruto de las quemaduras generadas por la explosión de una garrafa que, se cree, él mismo accionó.

 

Si bien la primera hipótesis apuntaba al marido de la mujer como el posible femicida, fuentes del caso le señalaron a Pilar de Todos que su declaración fue "consistente", y que él no se encontraba en el lugar en el momento del crimen, sino haciendo repartos de frutas y verduras. Fue así que las miradas se posaron en Quispe.

 

Además, un dato contundente, fue que el cuarto en donde aparecieron los cuerpos, hallados por la Policía y Bomberos que concurrieron al lugar por la explosión, estaba cerrado con candado y las llaves aparecieron debajo del cuerpo de la mujer.

 

La autopsia sobre Hilarión reveló que la mujer recibió 25 puñaladas, cortes en la vagina y la mutilación de sus dos orejas, informaron fuentes judiciales.

Los investigadores creen que la mujer fue brutalmente asesinada por Quispe, hombre que sufriría algún retraso madurativo o patología mental, en un intento de abuso sexual que, en principio, no se habría llegado a concretar.

 

El agresor utilizó tres armas blancas distintas para asesinar a Hilarión, una de los cuales fue un cuchillo de cocina tipo Tramontina que dejó clavado en el ojo izquierdo y que provocó lesiones óseas.

El marido de la mujer, David Apasa, declaró que se había retirado del lugar a entregar pedidos, y que al volver, y mientras atendía a una cliente, escuchó el silbido de una garrafa y más tarde una explosión, proveniente del depósito donde había también una cocina. Ese lugar, indicaron fuentes del caso, estaba cerrado con un candado aparentemente desde adentro. Ese sitio contaba con dos puertas. Una de madera y otra de reja.

 

Fue el esposo de la víctima quien, con ayuda de vecinos, logró romper a mazazos el candado e ingresar. Allí encontraron a la mujer con múltiples heridas, con el fuego de la garrafa que alcanzaba  su rostro, y al lado a Quispe, con graves quemaduras que luego también le generaron la muerte en el Hospital.

 

Los peritos que participaron de la autopsia, además, detectaron hematomas en el cuerpo de Quispe, por lo que se cree que Hilarión se resistió ante el ataque de su agresor.

 

Lo que aún queda dilucidar es si Quispe decidió suicidarse o tuvo intenciones de generar el fuego para borrar rastros de lo ocurrido, y quedó encerrado en el lugar.

 

"Era un día normal, como todos los días, con mi hermana estábamos bien, hablábamos, nos reíamos, hacíamos chistes con este chico (Quispe), que trabajaba acá hace como cinco años, aunque a veces faltaba”, dijo Claudia Hilarión, hermana de la víctima, al diario Crónica.com.ar.


Dijo que Quispe primero “coqueteaba” con Marcela y “la empezó a molestar, pero después le puso los puntos” y empezó a acosarla a ella.


La fiscal de la Unidad Descentralizada Especializada en Violencia de Género de Pilar, Carolina Carballido, dispuso diversas diligencias para esclarecer lo ocurrido, entre ellos el análisis de los teléfonos celulares y la recepción de testimoniales.

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