La apuñaló en el corazón delante, de sus hijos. El día anterior ya había avisado que la iba a matar. Tenía una orden de restricción por violencia y varias denuncias en su contra.
Pero la Justicia determinó que Brian Montenegro, el asesino de la joven Débora Díaz, no es un femicida.
Por eso, le dieron solo 22 años de prisión, y no condena perpetua como pedían familiares de la joven, sus abogados y la fiscalía.
Es que el Tribunal Criminal Oral 4 de San isidro, en sus argumentos de un fallo que se dio la semana pasada, indicaron que Montenegro "actuó bajo emoción violenta" y que "no medió violencia de género".
Entre sus argumentos, los magistrados indicaron que Montenegro, de 22 años en el momento del crimen y pareja de Díaz durante un tiempo (al momento del asesinato ya estaban separados), estaba “profundamente enamorado” de la víctima y entendieron como un atenuante de la pena el hecho de que la mujer le haya dicho que estaba con otro hombre.
Para la Justicia no fue femicidio: condenaron a 22 años de prisión al asesino que apuñaló a su expareja
"El acusado, en su primer acto de defensa, al ser consultado sobre el motivo de su actuar, mencionó que sintió impotencia por lo que le contaba (su ex pareja), que se burlaba (de él). Estaba profundamente enamorado de la víctima, a pesar de sus escasos veinte años recientemente le había propuesto unirse en matrimonio. Estaba angustiado por la actitud expulsiva de su amada, intentó dialogar con la misma, pero la afirmación reseñada, en tales términos, mermó su capacidad reflexiva", señalaron los jueces Federico Ecke y Osvaldo Rossi.
Los magistrados valoraron un testimonio en el que se calificaba a Montenegro como "un nene de mamá" y a la víctima como "una madre de tres hijos", con ocho años de diferencia, lo cual sería indicativo de que “no tenía una relación de poder sobre la mujer”.
Además, hicieron referencia a que Díaz le mencionó, en tono de burla, que ella ya estaba saliendo con otro hombre.
Juicio por el femicidio de la joven apuñalada por su expareja: "Queremos perpetua"
Díaz fue asesinada en febrero de 2016, cuando Montenegro ingresó por los techos a la casa de la víctima, donde ella se encontraba junto a sus hijos de 1, 5 y 11 años. El primero de esos pequeños, es hijo también del criminal.
Tras discutir, Montenegro la llevó a una habitación, donde comenzó a golpearla, todo delante de los niños.
En un momento, esos golpes se transformaron en puñaladas. En la espalda, la cabeza, la pierna y, la mortal, en el corazón.
La mujer logró salir de la casa con el niño más pequeño en brazos, desangrándose, para pedir ayuda. Pero cayó en la vereda, donde el asesino la siguió atacando, para luego darse a la fuga.
Montenegro fue arrestado horas después en el mismo barrio, cuando retornaba a su casa. Díaz murió en la puerta de su casa, sin que haya tiempo para que llegue la ambulancia.
La familia de la joven ya adelantó que apelará la sentencia.
