La empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) decidió implementar cortes en el servicio de agua corriente a los usuarios que no paguen sus facturas, una medida que hasta ahora no se aplicaba.
Este cambio forma parte de un plan de “normalización” con criterios similares a los del sector privado, cuyo objetivo es asegurar la estabilidad financiera de la compañía.
Desde este mes, los clientes no residenciales con deudas recibirán avisos mediante cartas y correos electrónicos antes de que se suspenda el servicio. En el caso de los usuarios residenciales, AySA aseguró que no realizará cortes totales, pero sí limitará el flujo, garantizando un caudal mínimo de agua por conexión.
Hasta ahora, el agua potable era tratada como un servicio esencial, lo que impedía su suspensión por falta de pago. Sin embargo, este nuevo enfoque lo equipara a servicios como la electricidad y el gas, donde los cortes son prácticas comunes ante deudas impagas.
Tarifas en aumento
Esta medida se da en un contexto de fuertes incrementos tarifarios. Entre abril y diciembre, las tarifas de agua subieron un 317%, un porcentaje significativamente mayor al de otros servicios como la luz y el gas, cuyos aumentos fueron más moderados debido a la inflación. Estos ajustes tarifarios siguen una fórmula de actualización constante, según lo estipulado en la Resolución 9/2024.
En diciembre, está previsto un nuevo aumento del 3%, lo que aumentará la carga económica para los usuarios. Esta situación podría afectar gravemente a comercios, empresas y otras entidades no residenciales que dependen del agua para funcionar.
Actualmente, AySA registra unos 700 mil usuarios con deudas. La compañía ofrece planes de cuotas y condonación de intereses. Estas alternativas buscan aliviar la situación de los usuarios mientras AySA intenta recuperar ingresos y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones.