El gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), comenzó a sancionar con multas que van desde los 3.500 pesos a los 7.000 pesos a todos los vehículos que superen las velocidades permitidas en los accesos Norte y Oeste de la Panamericana.
Según un comunicado difundido ayer por el Ministerio de Transporte de la Nación, se aumentaron los controles de velocidad para reducir los incidentes viales en esos dos accesos y los municipios aledaños a la traza de la Panamericana pusieron a disposición sus radares móviles para incrementar la fiscalización y la prevención.
De esta forma, indica el comunicado, los conductores serán controlados en diferentes puntos con el fin de generar "un cambio de conducta y mayor respeto por las normas de tránsito".
Desde enero a noviembre de 2019, se detectaron 751.937 vehículos que excedieron el límite de velocidad permitido, sin embargo, los conductores no fueron notificados debido a la falta de coordinación entre el gobierno nacional, provincial y los municipios.
Ahora, aquellos conductores que pongan en riesgo su vida y la de los demás excediendo la velocidad permitida deberán pagar multas que oscilan entre 3.500 y 7.000 pesos.
Aumentamos los controles de velocidad en los accesos Norte y Oeste para reducir los incidentes viales. #ElControlSalvaVidas #SeguridadVial pic.twitter.com/db10BAgSIy
— Seguridad Vial (@InfoSegVial) December 29, 2019
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los excesos de velocidad causan uno de cada tres siniestros de tránsito en el mundo y a su vez, a medida que se aumenta la velocidad, también se incrementan las probabilidades de tener una colisión con lesiones de diferente gravedad.
Fuentes del ministerio indicaron que la colocación de radares es la principal herramienta para disminuir los incidentes viales ocasionados por no respetar las velocidades máximas y señalaron que el uso de esta tecnología permite poder ampliar el control en todo el territorio.
De esta manera, explicaron, se pueden "dedicar los recursos humanos a aquellas tareas donde la tecnología no puede resolverlo, como por ejemplo los controles de alcoholemia y estupefacientes" u "orientar al tránsito cuando hay problemas".
En el caso de Pilar, los cinemómetros se ubican a la altura del KM 43,5, en ambos sentidos, equipos que ya estaban instalados desde el 2015 pero sin sancionar.
Pero además, se suman radares móviles que se irán moviendo por la traza en el segmento que atraviesa el Distrito.