El temporal que sufrió Pilar entre el jueves y el viernes suma más voces de los afectados. En este caso los vecinos del barrio La Esperanza ubicado en Presidente Derqui aseguraron que la repavimentación de la ruta 234 no tuvo el trabajo hidráulico correspondiente.
De hecho, los habitantes de la zona denunciaron que se tapó con concreto el canal que está debajo de la ruta cuyo recorrido se extiende desde la calle Alemania en diagonal hasta Tierra del Fuego donde finalmente iba el agua.
Además, sostuvieron que mientras se realizaba la obra le advirtieron al delegado municipal Marcelo Bortulé sobre el posible problema y este prometió tomar las precauciones necesarias pero debido a la maniobra, el agua los afectó, en algunos casos por primera vez.
“Es cierto que ha caído una cantidad de lluvia inesperada. Pero la realidad es que con la obra realizada en la nueva ruta 234 se tapó el canal que permitía la salida del agua y eso hizo que se acumule mucho más en pocos minutos y no pueda salir”, comentó Alfredo, vecino perjudicado.
“Mientras se realizaban los trabajos los vecinos le advirtieron al delegado municipal que esto iba a pasar: todos vimos que iba a suceder. Él prometió tomar las precauciones para realizar el trabajo hidráulico correspondiente. Pero evidentemente eso no sucedió”, agregó.
Además, el vecino consideró que las obras de mejoramiento en las calles paralelas a la ruta, no tuvieron el trabajo correspondiente en las zanjas y eso también provocó que el agua se acumulara.
“Cuando se hicieron los mejoramientos de las calles de tierra-tiempo antes que la ruta- se avisó que la profundidad de las zanjas no eran suficientes y que los caños eran insuficientes. Tampoco fuimos escuchados y hoy pagamos las consecuencias del temporal”, relató.
Mientras se lamenta por las pérdidas materiales, Alfredo sostiene que "desde el municipio hay un abandono pronunciado en lo que ha mantenimiento respecta".
“Se juntan ramas en las zanjas y nadie de la municipalidad viene a recogerlas. Hace poco cerca de mi casa-ubicada en la calle Bélgica- cerró una gomería y nadie vino a levantar los pedazos de caucho que quedaron en la calle y que obstaculizan también el pasaje del agua”, contó.
“Antes había una mayor presencia municipal-la gente de Higiene Urbana-. Se veían las patrullas que colaboraban con la limpieza y no se acumulaban ramas ni basura. Hoy depende de la voluntad de los vecinos”, manifestó.
Alfredo, conocido comerciante propietario de la carnicería La Esperanza, consideró que “las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. Escuchar a la sociedad y trabajar con la seriedad suficiente para que no sucedan cosas como ésta.”