Este miércoles la Organización Mundial de la Salud declaró que el coronavirus ya es considerado una pandemia por lo que crecen las medidas de prevención en diferentes países con la intención de intentar frenar el avance masivo de la enfermedad.
Uno de ellos es España, donde se registran más de 2 mil casos de personas que padecen de coronavirus, con más de 50 fallecidos.
Desde allí, una pilarense que reside en una comunidad cercana a Madrid cuenta en primera persona como se vive actualmente con la expansión de los casos.
Verónica, de 39 años, y oriunda de Del Viso, se instaló con su familia en San Sebastián de los Reyes, distante a unos 20 kilómetros de la capital española.
En diálogo con Pilar de Todos, contó cómo fue escalando la cantidad de casos lo que llevó a las autoridades a comenzar a extremar las medidas de cuidado.
“Se sabía que había casos en Lanzarote, hasta la semana pasada que apareció el primer caso en el Hospital Infanta Sofía y ahí todo cambió acá en ´Sanse´. En otras localidades, como en Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz había más positivos y más alerta. De hecho el Corredor del Henares era la "zona roja" por contagios locales”, comentó Verónica.
Hasta ese momento, la región donde reside la pilarense se mantenía en una fase de contención de la enfermedad.
“Por ejemplo, la app de Cita Sanitaria, que utilizamos para pedir citas con nuestros médicos de cabecera, colocó un cartel de ingreso en el que dice que si la consulta es por coronavirus la recomendación es que no te muevas de tu casa y llames a los servicios de la seguridad social”, afirmó.
Los casos fueron aumentando y con ellos también llegó el pánico en la población que en los últimos días se volcó a los mercados para abastecerse de alimentos y elementos de higiene, situación que se agravó desde que las autoridades anunciaron que se cerraban todos los establecimientos educativos, lo que provocó desabastecimiento en los mercados.
“Desde que anunciaron el cierre de las escuelas, todo se puso más denso”, advirtió Verónica y agregó que tuvo intenciones de acercarse a realizar compras, pero en los sitios ya había largas colas.
“Nos mantenemos en contacto con otros argentinos que viven aquí. Algunos de ellos ya habían intentado hacer compras. Me dijeron que no me gaste en ir al supermercado porque ya había faltantes”, relató.
La dinámica diaria ya comenzó a cambiar, relata la pilarense. Con la suspensión de clases, “las escuelas cuentan con plataformas para enviarnos las actividades diarias online”, contó la pilarense que tiene dos hijas en edad escolar y agregó que los padres deben enviar registros de las actividades mediante fotografías.
Otros de los detalles que relatan la existencia de la preocupación por la enfermedad se advierte en los transportes públicos donde, advirtió Verónica, “se ve a personas con barbijos” y aplicando métodos para evitar tomar contacto con superficies.
“Hemos visto en el Metro, personas con barbijos que evitan tocar con sus manos el botón que abre las puertas del vagón. Lo hacen con el codo”, destacó Verónica.
En tanto, desde la semana pasada, contó la pilarense, algunas empresas comenzaron a probar el sistema de “teletrabajo”.
“En algunas de ellas, a los empleados les pidieron que al finalizar la jornada laboral, se lleven sus laptops a casa”, señaló.
La pilarense especificó que dichas medidas, entre otras que se han tomado, se mantendrán hasta el 26 de marzo, aunque creen que se podría extender.
“Estamos tranquilos, pero en alerta. Se están tomando las medidas para cuidar a la población”, cerró.