"Estamos preocupados, tristes, depresivos y enojados", dice Elsa Robin. Ella es la tesorera de la Biblioteca Ernesto Sábato, institución que está ubicada en la localidad de Villa Rosa y que corre peligro de cerrar sus puertas porque la Provincia lleva un atraso de más de 9 meses en pagarles un subsidio, que perciben desde el año 2000.
El dinero, que llega a aproximadamente 8 mil pesos, es utilizado para poder afrontar el pago del sueldo de una bibliotecaria y diferentes gastos que tiene la institución que cumple una importante función social en la comunidad.
"En diciembre del año pasado cobramos lo que correspondía al mes de agosto y desde ese momento no hubo más respuestas a nuestras solicitudes. La situación por la que estamos atravesando es muy grave", relató Elsa en diálogo con FM Estudio 2 (105.9)
La biblioteca no cuenta con la posibilidad de contar con otro ingreso, todos los días abre sus puertas para brindar un servicio desinteresado a los vecinos. "A la biblioteca viene todo el mundo y sobre todo aquellas personas de bajos recursos que encuentran en nuestra institución un auxilio importante", comentó la tesorera del lugar.
Ante la agobiante situación, la Comisión Directiva de la Biblioteca decidió escribirle una carta a la Gobernadora María Eugenia Vidal, en la que relataron "el desamparo" que están sufriendo y apelando a "la sensibilidad" de la mandataria provincial.
"Nos embarga una preocupación muy grande. Sabemos que existen por lo menos 80 bibliotecas que atraviesan una situación similar. (...) Ningún criterio económico o burocrático justifica dejar en el desamparo a estas instituciones que cumplen una función social irremplazable. En nuestro caso el estado de situación puede describirse como desesperante", escribieron a la Gobernadora.
"Nos embarga la tristeza cuando vemos el rico material bibliográfico que poseemos y avizoramos la posibilidad cierta de cerrar las puertas de esta institución", completaron, a la espera de una pronta respuesta.
La Biblioteca Sábato también especificó que cuentan con toda la documentación actualizada. "No somos una entidad fantasma", dice Elsa y reflexiona: "Vivimos en un mundo en el que se cree que todo se hace por dinero y si hay un lugar donde se trabaja absolutamente por amor a la comunidad es en las bibliotecas".