Javier López regresaba del trabajo, el miércoles pasado cerca de las 20 horas.
En el barrio San Alejo de Pilar, tomó la calle Anchorena, una arteria de tosca que siempre suele usar. Ese día había llovido, pero el la arteria "siempre aguantó las lluvias", contó.
Sin embargo, pese a que circulaba a baja velocidad, de repente comenzó a perder el control del rodado, un Volkswagen Gol modelo 2007. El auto comenzó a deslizarse sobre la calle, no había adherencia.
No hubo caso, el Gol terminó cayendo en una zanja, lo que le generó roturas en el paragolpes, el radiador auxiliar, y el faro busca huella.
"Esa calle siempre fue de tosca y aguantaba las lluvias. Pero días antes la Municipalidad había pasado la máquina. No sé si sacaron la tosca, o colocaron otro material, pero lo cierto es que se volvió resbaladiza; el auto se me terminó yendo a la zanja", contó López, de 21 años, a Pilar de Todos.
"La grúa no quiso entrar porque ellos corrían también el riesgo de quedarse atascados. Lo mismo con Bomberos. Intentó sacarme una camioneta Ford Ranger, pero no pudo. Más tarde sí lo hizo otra camioneta. Es increíble como patinó el auto en una calle donde antes no pasaba eso, pese a que llovía. Incluso, cuando yo estaba en la zanja viendo cómo sacaba el Gol, pasó un hombre en una camioneta que me contó que a él le había pasado lo mismo, pero pudo sacarla", añadió.
Javier adelanto que buscará que la Comuna se haga cargo de los gastos que le significarán reparar el auto, calcula en principio unos 10 mil pesos, por lo que en los próximos días elevará el reclamo de manera formal al Municipio.
"El auto lo tengo parado desde que caí en la zanja, ya que estoy todo el día trabajando en una metalúrgica en el Parque Industrial. Reparar el radiador debe estar entre 4 mil y 5 mil pesos, el busca huella 1.000 pesos más, y el paragolpe lo tengo que ver, pero deben ser otros 5 mil pesos. Pero todavía tengo que ver bien qué otra cosa se dañó", concluyó López.