Usuarios de la línea de colectivos 57, que une Pilar con la Ciudad de Buenos Aires, reclamaron por el mal servicio de la empresa y, sobre todo, por las condiciones de seguridad en las que viajan.
Es que las unidades se llenan de pasajeros a tal punto que decenas de ellos deben ir parados casi la totalidad del trayecto, lo que se traduce en una situación de riesgo ante frenadas o accidentes.
“Viajamos sin un mínimo de seguridad y para que una empresa se llene los bolsillos a cuesta de los trabajadores. Es necesario hacer público esto para que regulen esta situación antes de que ocurra un accidente y sea demasiado tarde”, señaló Josefina, una pasajera diaria del 57.
El reclamo ya fue elevado al intendente Nicolás Ducoté, a quien le pidieron medidas “urgentes” a fin de evitar “una tragedia”.
“¿Cómo es posible que los argentinos y en especial los pilarenses tengamos que viajar así? Viajamos parados y se llena el colectivo como si fuéramos ganado. No hay cinturones ni lugares para agarrarse”, señalaron los pasajeros, que incluso añadieron que debido a la gran cantidad de pasajeros el chofer no puede utilizar debidamente los espejos retrovisores, lo que le suma aún más peligro a la situación.