Varios hinchas con los ojos pegados a la cortina, intentando ver algunas de las imágenes del River - Boca.
Esa fue la imagen que se vio ayer en la puerta de una reconocida pizzería de Del Viso, que decidió bajar las persianas, lo que evitó que el partido se pueda ver desde el exterior.
"He quedado en el medio de una discusión de blanco o negro, peronistas o radicales, macristas o kirchneristas. Hace 25 años que tengo el fútbol en mi local, y siempre en un River - Boca, que es un partido de alto voltaje, tengo que tomar medidas de seguridad", explicó a Pilar de Todos Gustavo Suárez, dueño del local Don Camilo, ubicado en la intersección de la ruta 26 e Independencia.
"Las persianas se bajaron por dos cuestiones; la primera tiene que ver con la seguridad, porque me ha pasado en años anteriores que en este tipo de partidos la gente se agolpa contra las ventanas, se pelea, me han llegado a tirar botellas y romper la vidriera. ¿Si alguien se lastima, quién es el responsable?", expuso Suárez.
"Y por otro lado, los televisores dan a la ruta 26, por lo que si los partidos son a la tarde, hay un momento en donde pega el sol, mi local es como una pecera que queda justo en una esquina, por lo que los reflejos no dejan ver los televisores con comodidad. De hecho, en un momento del segundo tiempo, cuando el panorama afuera estaba calmo y ya no daba el sol, las persianas se levantaron", añadió el comerciante.
Las imágenes del local cerrado se viralizaron y fueron incluso mostradas por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en su cuenta de Facebook, junto con otras similares que se tomaron a lo largo del país.
"La consumición es de 100 pesos, porque esto es un negocio. Pero las cortinas son microperforadas y el fútbol se podía ver si uno se acercaba un poco. Si hubiera querido que no se vea, ponía cortinas. De hecho, había gente sentada afuera en sillas nuestras, que dejamos allí. Insisto, si las persianas estaban bajas era por una cuestión de seguridad. Quien haya estado por esa zona, habrá visto que no había policías en el momento del partido, y estamos en un lugar ubicado a metros de la estación de trenes, donde hay varias paradas de colectivos", agregó Suárez.
"Me gustaría ver a los que por las redes sociales nos insultaron, si son capaces de invitar a su casa a la gente que no tiene el codificado para que vea un partido de esta índole, muy complicado. A nuestro local pretenden ingresar personas alcoholizadas, drogadas, por lo que tengo que hacer uso de admisión, cerrar la puerta para que no entre cualquiera, y bajar las persianas para evitar riesgos, ya que me ha pasado que me tiren botellas contra el vidrio", insistió Suárez.