“Estamos solos, somos una mini municipalidad en donde tenemos que hacernos cargo de casi todo”. Así, aseguran, vecinos del barrio Los Jazmines, de Del Viso, tienen que encarar mejoras que, señalan, no obtienen por parte del Estado comunal.
Cámaras de seguridad, alarmas, reparación de calles, limpieza de terrenos, y hasta reductores de velocidad y delimitadores de altura son algunas de las medidas que adoptaron los habitantes de la zona para mantener y proteger su espacio.
El barrio, en 2015, había logrado que se apruebe una ordenanza que proteja el entorno de Los Jazmines, un área de casa quintas.
La alerta vecinal se había encendido debido a la construcción de comercios y dúplex. En aquel entonces lograron que la normativa sea aprobada, cuando aún era intendente en Pilar Humberto Zúccaro.
Pero en la práctica, los comercios aparecieron igual y también los condominios.
“Casi todo lo que hay en el barrio lo hemos logrado nosotros. Incluso algunas de nuestras cámaras son usadas por el COM. Colocamos cartelería, limitadores de velocidad y altura de camiones, porque nos volaban los cables, y nos tenemos también que encargar de limpiar predios y reparar con cascotes calles. Ya no podemos seguir así. En cuanto a la seguridad, fuimos nosotros los que tuvimos que llamar al Ministerio de Seguridad y hablar con Cristian Ritondo, o sea todo hacemos nosotros”, señaló a Pilar de Todos Verónica Lorenzo, habitante de la zona.
Lorenzo expuso que cada vez que llevan algún reclamo a la Comuna, a la que incluso intimaron vía carta documento, el argumento que reciben es que en el barrio hay bajos niveles de recaudación.
“Pese a que lo prohíbe la ordenanza de 2015 y también logramos que nos protejan en el nuevo Código de Ordenamiento Territorial, en el barrio ya hay 3 granjas de rehabilitación, quintas de eventos, comercios, y se están construyendo condominios. Hartos de que nunca nos escuche, empezamos a hacer por nuestra cuenta varias cosas, pero yo no puedo ir a multar a alguien que está construyendo un dúplex, debe ser el Estado. Y lo mismo pasa con los pedidos de arreglos para el barrio, pero Martignone (Juan Pablo, Jefe de Gabinete), nos dijo que había poca recaudación en la zona y que por ende la ecuación no daba. ¿Acaso quiere que salgamos nosotros a pedirles los impuestos a los que no abonan?”, disparó Lorenzo.
La presencia del Estado local es tan nula, señaló Lorenzo, que en un año tuvieron a 4 coordinadores y al último, Miguel Monea, aún no lo conocen y solo va al lugar los lunes y viernes.
“Es increíble, estamos nosotros gestionando el barrio cuando debería ser el Municipio, los funcionarios y el intendente que para eso cobran un sueldo. Todas las semanas son 1.000 o 1.500 pesos que pone cada vecino para mantener el barrio”, concluyó.
Vecinos limpian un predio en el barrio.