El Gobierno de la Nación, lanzó el llamado a manifestación de interés, de alcance nacional e internacional, para convocar a empresas para la financiación y construcción de 38 proyectos hídricos que incluyen obras de agua potable, saneamiento, presas y riego, con una inversión total estimada en 9.500 millones de dólares.
La convocatoria se realizó a través de la Subsecretaría de Recursos Hídricos del Ministerio de Interior, y entre las obra, se encuentra la del “Nuevo Río Subterráneo Norte”, que surge como consecuencia de la ampliación del área de concesión de Aguas y Saneamientos Argentinos aprobada en el año 2016.
Este proyecto involucra la ejecución de una serie de obras de infraestructura, las cuales funcionando en conjunto brindan la capacidad de mejorar, ampliar y dar sustentabilidad al servicio de agua potable en municipios del AMBA, recientemente incorporados al área de concesión de AySA, brindará servicio principalmente a los partidos de Pilar, Malvinas Argentinas, José C. Paz, San Miguel, Moreno y Merlo, e incluyendo la construcción de tres estaciones elevadoras, publicó Resumen.
El proyecto que se basa en una conducción de aproximadamente 50 kilómetros de longitud, traerá beneficio para 2,5 millones de habitantes. La fuente de agua superficial asociada a la oferta es el Rio Paraná de las Palmas, siendo tratados los caudales por la Planta Potabilizadora Juan Manuel de Rosas, la cual se encuentra ubicada en el Partido de Tigre.
Si bien aún hoy Pilar tiene el servicio de agua y cloacas en parte del distrito en manos de la firma Sudamericana de Aguas, el contrato vencerá el 30 de junio del año que viene, donde ya comenzará a operar la empresa nacional, que ya está realizando labores preliminares en el distrito.
Actualmente el agua que se consume en Pilar es extraída del Puelche, pero el sobre uso que se hace de este, y los niveles de arsénico y nitratos, cerca del límite legal permitido por la provincia de Buenos Aires, obliga a pensar en otras fuentes, como el caso del Río Paraná.
La idea, de todos modos, es mezclar el agua del Paraná con el Puelche, para reducir el contenido de los elementos no permitidos y llevarlos por debajo de lo que establece la normativa bonaerense.