La mitad de los afectados por COVID-19 en Pilar ya se recuperaron de la enfermedad, según datos oficiales de la provincia de Buenos Aires.
En las últimas 2 jornadas se registraron varias altas médicas, por lo que el porcentaje de personas que vencieron la enfermedad, que promediaba el 30% desde mediados de junio, se acomodó casi en el 50%.
Siempre según la información que difunde la cartera sanitaria bonaerense en su sala de situación, este miércoles se diagnosticaron en Pilar 32 nuevos casos, por lo que el total de infectados desde el arranque del brote ascendió a 769.
No obstante, 380 pacientes vencieron la enfermedad, un 49,41%, un dato que está 1,5 puntos por encima de la media provincial (47,87%) y casi 8 puntos superior a la nacional (41,94%).
Julio, sin embargo, viene mostrando un fuerte avance del virus en el distrito, al igual que en toda el AMBA, con una sumatoria de 231 casos en 8 días.
Además, se informaron en Pilar 2 nuevos decesos, por lo que el total de fallecidos producto del COVID subió a los 12 desde el comienzo de la pandemia.
Todas las personas que perdieron la vida tenían más de 60 años, y padecían enfermedades de base como hipertensión, cardiopatías, diabetes, obesidad o EPOC.
Desde la Comuna, no obstante, monitorean de cerca los niveles de ocupación de los hospitales, sobre todo del Sanguinetti, donde se concentran la mayoría de los elementos para tratar a pacientes con COVID, además del Hospital de Derqui, que sirve para "descomprimir" el primero de los nosocomios, y al Hospital Solidario del Austral.
Fuentes del gobierno local admitieron que el porcentaje de ocupación de camas del hospital del centro "es alto", y que sobre todo empezó a ser más demandado en las últimas semanas, pero aún prevalecen otras patologías respiratorias asociadas al invierno.
De seguir el ritmo de contagios tal como está, en unas 3 o 4 semanas sí podría comenzar a sentirse un fuerte estrés en el sistema de salud, pero confían desde el Municipio que a mediados de la semana que viene comenzarán a verse los efectos de la nueva cuarentena estricta que comenzó a regir en el AMBA el 1 de julio, con un paulatino descenso de los afectados.