Con críticas por parte de ediles opositores, este jueves el Concejo Deliberante de Pilar le dio el visto bueno al Código de Ordenamiento Territorial, normativa con la que se busca plantear y organizar el crecimiento del distrito.

El texto, que ya había sido avalado por los ediles en febrero pasado, en una tensa sesión, fue revisado por equipos técnicos de la Provincia de Buenos Aires y regresó con una serie de objeciones que debieron ser modificadas y vueltas a plasmar en el proyecto.

Entre ellas, Provincia señaló que los cambios de zonificación deberán ser aprobados por el Concejo y refrendados por la Provincia, y no alcanzará solo con un decreto del Ejecutivo como se desprendía del texto original.

También pidieron modificaciones respecto a garantizar los servicios esenciales en las zonas de ampliación urbana y restringir el avance de la mancha urbana en cercanías al Río Luján, por el riesgo hídrico que eso podría implicar.

Además, un dato curioso, es que el Código enviado a Provincia no reflejaba la instalación de las polémicas termoeléctricas – ubicadas en el límite de Villa Rosa y Matheu.

Mientras que al material enviado faltaba identificar al Anexo como parte del expediente, ya que le faltaban sellos y no estaba foliado.

En la sesión, desde Cambiemos defendieron el texto y si bien aseguraron que se seguirá trabajando con los técnicos bonaerenses “la idea es que este Código pueda empezar a aplicarse lo antes posible”.

“Este expediente es mucho mejor que el que tratamos en febrero. Sabemos del largo proceso que tuvo. Tenemos municipios vecinos que saben lo que demora, como San Miguel que ya lleva cinco años de debate. Nosotros estamos trabajando para que esa demora no sea tal y que salga cuanto antes aprobado en Provincia. Queremos que Pilar pueda empezar a crecer de manera ordenada y planificada”, dijo el concejal oficialista Juan Manuel Quintana.

Por su parte, fue el edil Santiago Laurent, del bloque Frente Pilarense, quien alzó la voz en contra de la normativa.

Primero señaló el poco tiempo que se le dedicó al estudio y modificaciones de lo objetado por la Provincia, menos de 3 días, y luego volvió a insistir con que el Código “solo beneficia a sectores concentrados en las zonas de Panamericana” y va en detrimento de los centros urbanos de las localidades.

“Este expediente no se trabajó con el tiempo suficiente. Nadie está en condiciones de estudiar un código en pocas horas y tener una opinión. No queda otra que aprobarlo por un mandato o una imposición”, reclamó Laurent.

Asimismo criticó que el trabajo realizado en las llamadas mesas de trabajo y el diagnóstico de profesionales de la UBA “fue tirado a la basura”.

“Se habían planteado problemas de conectividad, transporte, infraestructura, servicios, medio ambiente. Todo eso fue tirado a la basura. Los principales puntos que pide la Provincia que se resuelvan, no están. Y lo central por lo que no está en condiciones de aprobarse, es que en ningún punto existe la factibilidad para que haya más servicios en los sectores en las que se pretenden extender las zonas”, planteó el edil.

Laurent fue más allá y señaló que el texto “entrega todas las ventajas al corredor de la Panamericana” y que “no cuenta con iniciativas para que las localidades no se transformen en desiertos”.