El Presidente Alberto Fernández mantuvo un encuentro con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para definir cómo sigue el aislamiento por la pandemia del coronavirus en el AMBA.

Fue el primer encuentro que mantuvieron los tres mandatarios luego de que Nación decidiera anular un decreto de Mauricio Macri y redujera en un punto la coparticipación que recibe la Ciudad, para traspasar esos fondos a la provincia, con el objeto de resolver el conflicto salarial de los policías que se había desatado la semana pasada.

La actual fase vence el 20 de septiembre, y la próxima se extendería por 3 semanas. En CABA apuntan a lograr mayores aperturas, mientras que si bien podrían darse algunas flexibilizaciones en la provincia, Kicillof se mostró más cauto, sobre todo por el fuerte incremento de casos que comenzó a experimentar el interior bonaerense.

Según trascendió, como la última vez, no habrá conferencia conjunta. Este viernes Nación emitirá un comunicado a través de redes sociales, haciendo hincapié en la situación del país, donde se endurecerá la cuarentena en provincias que están al borde del colapso, mientras que Rodríguez Larreta y Kicillof sí harán sus propias conferencias de prensa.

El miércoles habían comenzado a definir cómo sigue el aislamiento en el AMBA funcionarios nacionales, de CABA y la provincia.

Los jefes de gabinete Santiago Cafiero, Felipe Miguel y Carlos Bianco, iniciaban el proceso para darle forma a algunas de las posibles aperturas. La obra privada, tanto en CABA como en el conurbano, siempre bajo fuertes protocolos, podría ser una de ellas. La intención sería autorizar aquellas mayores a 5 mil m2 que estén en un proceso avanzado. Varios intendentes, además, habían pedido que se reabran los cementerios.

En CABA se autorizaría a que restaurantes y bares puedan atender a clientes en terrazas, lo que se suma al permiso que ya rige para los que tienen mesas en veredas.

En provincia, en tanto, seguirían postergando el permiso para que el sector gastronómico pueda funcionar con mesas a la calle. Primero apuntan a que se mantenga el amesetamiento de contagios, y que de hecho empiece a mostrar signos de baja.