Una patota atacó a piedrazos y botellazos a un joven de 20 años en Zelaya, hecho por el que la víctima tuvo que ser hospitalizada.
Leonardo Miranda, de 20 años, sufrió contusiones en la cabeza, por lo que luego de ser atendido en el Centro de Salud de la localidad fue trasladado al Hospital Sanguinetti, donde fue sometido a varias pruebas y permanece internado.
Según relató Patricia Miranda, la madre del muchacho, su hijo salía de la casa de un amigo a la que había ido a cenar, y al pasar por la plaza del barrio se detuvo a saludar a un conocido.
Fue en ese momento que un grupo de entre 6 y 8 jóvenes, aparentemente todos menores de edad, comenzaron a insultar a Leonardo, y a arrojarle papeles y trozos de ramas de los árboles.
“Mi hijo tenía un envase de cerveza en la mano, bebida que había llevado para compartir en la cena. Se ve que estos chicos creían que Leonardo los quería agredir, pero él se comenzó a retirar. Estos pibes le decían ‘dale, vení, peleá’, pero él se comenzó a ir. Uno de los del grupo le pegó un cachetazo, y entonces él empezó a correr”, relató Patricia Miranda a Pilar de Todos.
“Mientras intentaba escapar, sintió un fuerte golpe en la cabeza, y cayó desvanecido al piso. No sabe si le pegaron con unas piedras o con la misma botella que él llevaba en la mano y le sacaron cuando le pegaron por primera vez. Se pudo parar y notó que tenía sangre en la cabeza, y siguió corriendo hacia la Sala. Fue en ese momento donde dejaron de perseguirlo”, agregó la mujer.
El joven fue llevado al Sanguinetti, donde le realizaron placas y una tomografía, y permanece en observación.
“Al principio se creía que le habían fracturado el cráneo, pero no. Sí tiene un golpe y le tuvieron que dar varios puntos. Pero si la herida no fue peor, es porque mi hijo escapó. Lo podrían haber matado”, se indignó Patricia.
Fuentes del centro asistencial señalaron que la herida que tiene el joven no reviste gravedad, pero al tratarse de un golpe en la cabeza permanecerá internado en el Hospital entre 24 y 48 horas.
La Policía, en tanto, pudo hablar con la víctima y con la madre del chico, y ya tendrían identificado al agresor.