Era la noche del 16 de enero de 2016 cuando Gustavo Cusato fue a una fiesta a una quinta de Pilar.
Estuvo con amigos, asegura que bebió mucha cerveza, “de a litros”, y lo último que recuerda es que estaba en la pileta de la vivienda, con una botella en la mano. Lo siguiente, verse dentro de un auto chocado, con los vidrios rotos.
Asegura que no sabe, ya siendo 17 de enero, cómo es que terminó subiendo al auto, un Ford Fiesta, y manejando a contramano varios kilómetros.
A la altura de Don Torcuato, Cusato embistió de frente a otro rodado, y mató a Nicolás Amadini y a Nicolás Zárate, mientras que le provocó serias heridas en ambas piernas a la bailarina Victoria Condolucci.
La estrategia de Cusato, a quien se le detectaron 1,33 gramos de alcohol en sangre al momento del accidente, fue siempre la de usar el consumo de bebidas como un atenuante y señalar que sufrió “amnesia temporal”. Es decir, no saber de la criminalidad de sus actos justamente por el estado de inconciencia en el que estaba, buscar la inimputabilidad.
Sin embargo, en un fallo “ejemplificador”, como señalaron familiares de las víctimas, el conductor fue condenado a 12 años de prisión, en una decisión que tomó el Tribunal Oral Criminal Nº 1 de San Isidro, en donde los jueces consideraron que se trató de un “homicidio simple”.
"Fue un fallo ejemplificador. Cuando perdés todas las esperanzas y cuando creés que la Justicia en este país no funciona, te encontrás con fiscales y jueces que hacen muy bien su trabajo", le dijo a Clarín Claudio Amadini, papá de Nicolás Amadini, quien tenía 23 años al momento del incidente.
"Cusato Trias está preso desde el primer día. Solicitó prisión domiciliaria varias veces pero no le fue concedida, y no sabemos si van a apelar. Pero este fallo es como una caricia al alma, es reparador y un acto de justicia para nosotros, para las familias, para los que quedamos", dijo Amadini. También recordó el diálogo que mantuvo con el fiscal del caso, Federico González: "El mismo día del hecho me dijo que esto no se podía considerar un accidente, que había sido un asesinato".
Los jueces Gonzalo Aquino, María Elena Márquez y Alberto Ortolani avalaron la postura de los fiscales de Don Torcuato, González y Cosme Iribarren. Los representantes del Ministerio Público consideraron que Cusato Trias debió "haberse representado que manejar por Panamericana a contramano y con casi el triple del dosaje de alcohol permitido, podía causar muertes" y "que no hizo nada para evitarlo".
Por la cantidad de años, el fallo es inusual para casos de inseguridad vial, ya que suelen ser caratulados como "homicidio culposo" y rara vez las penas superan los 3 años, por lo que los conductores no quedan presos.