Tras casi un mes de misterio, la investigación por el asesinato de Roberto Wolfenson dio un giro inesperado.
Es que los pesquisas detuvieron a la empleada doméstica del empresario, golpeado y ahorcado en su casa del country La Delfina de Pilar.
La hipótesis del robo nunca fue descartada del todo, pero con el correr de los días perdió solidez, ya que del lugar apenas se habían llevado el celular del ingeniero y un parlante bluetooth.
Sin embargo, no sustrajeron otros elementos de valor que se encontraban en la casa, como dinero y relojes que se encontraban en una caja fuerte.
No obstante, en las últimas jornadas los pesquisas comenzaron a poner la lupa sobre la empleada doméstica de Wolfenson, quien cumplía una suplencia y justo el día del crimen dejaba su puesto.
La mujer, identificada como Rosalía Soledad Paniagua, fue aprehendida durante esta madrugada tras un allanamiento que se extendió durante más de dos horas.
En la vivienda, efectivos de la SUB DDI de Pilar encontraron ese parlante, de color rojo, que se había denunciado como faltante.
Otros elementos que complicarían a la mujer, según trascendió, tienen que ver con registros de cámaras de seguridad y de teléfonos celulares.
Data de muerte
Desde hace algunas semanas los investigadores habían empezado a dudar de la data de la muerte de Wolfenson, establecida el viernes 23 de febrero entre las 13 y 17 horas, es decir el mismo día en el que fue hallado sin vida en una de las habitaciones de su casa.
Un día antes, el jueves 22, Paniagua había sido la última persona en ver con vida al ingeniero.
Los investigadores creen que Wolfenson fue asesinado ese mismo jueves. Su celular dejó de estar activo esa jornada a las 14.20 horas, no asistió a una clase de gimnasia que tenía programada para ese día a las 19 horas, los mensajes enviados a su celular no llegaban y nadie atendía los llamados.
Wolfenson, además, fue encontrado con la misma ropa que llevaba el jueves, un dato que llamó la atención de los investigadores ya que la víctima jamás solía usar las mismas prendas.
“En el expediente hay prueba irrefutable de que el homicidio se produjo el jueves, más allá de lo que señaló la autopsia.”, señalaron fuentes de la investigación.
La empleada
La empleada doméstica ahora detenida declaró que se retiró antes de las 14 del jueves 22 de La Delfina, y momentos más tarde se tomó un colectivo hasta la estación de trenes de Presidente Derqui.
Cámaras de la estación la registraron en el lugar y trascendió que llevaba en sus manos un elemento que la involucraría en el crimen, aunque el dato se mantiene en reserva ya que la investigación aún está en curso, Pilar de Todos pudo saber que se trataría del celular del ingeniero que justamente registró su última conexión en una de las antenas cercanas a la estación de trenes, donde la víctima nunca estuvo.
Paniagua será indagada en las próximas horas, pero esta vez como sospechosa. Para los investigadores está directamente implicada en el crimen, pero podría no haber actuado sola.
Wolfenson fue encontrado el viernes 23 de febrero cerca de las 17 horas por su profesor de piano, quien asistió a la casa ya que el hombre no respondía los llamados.
El profesor, junto con un guardia de seguridad y un vecino, decidieron entrar por una puerta secundaria que no tenía llave.
En una de las habitaciones de huéspedes de la casa encontraron el cuerpo de Wolfenson: estaba tendido boca abajo.
En una primera instancia los médicos que lo atendieron dijeron que se trataba de una muerte natural, producto de una arritmia que Wolfenson sufría, pero la autopsia realizada días más tarde indicó que el ingeniero había sido golpeado y ahorcado por la espalda, con una tanza o cable fino.
