Un asaltante fue condenado a 15 años de prisión, luego de que la Justicia determinara que además intentó asesinar en el mismo hecho a un allegado a la víctima.
Todo ocurrió el 12 de mayo de 2008, cuando entre las 00.15 y 00.30 dos sujetos, uno de ellos menor de edad, interceptaron a una mujer, y mediante golpes y amenazas con armas blancas le sustrajeron dinero y un teléfono celular.
El episodio se dio en la intersección de las calles Bolívar y Rivadavia, y la víctima pudo dar aviso a compañeros de trabajo, que de inmediato salieron detrás de los ladrones.
Uno de los amigos de la mujer logró darle alcance al mayor de ellos (el menor también fue reducido por otros allegados), pero este lo apuñaló en el corazón, lo que le produjo lesiones graves, aunque por suerte salvó su vida.
El agresor, actualmente de 30 años, escapó y recién pudo ser detenido casi 10 años después, luego de haber robado una forrajearía de Pilar también con un arma blanca.
En la sentencia, el Juez Alberto Ortolani, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Isidro, lo encontró “coautor penalmente responsable de los delitos de robo calificado por la utilización de arma blanca, y homicidio ‘criminis causae’ en grado de tentativa".