Un grupo de vecinos se movilizó este martes al edificio Municipal, donde le reclamaron a las autoridades que dispongan el cese de obras en las polémicas termoeléctricas que se erigen en Villa Rosa y a su vez sean trasladadas a otras áreas.
Es que las usinas, en proceso de construcción, se están levantando en medio de zonas residenciales, luego de haber obtenido el aval del Concejo Deliberante el año pasado por medio de un cambio de zonificación sumamente cuestionado por los vecinos.
Tras el levantamiento por parte de la Justicia de dos medidas precautorias que frenaban las labores en las plantas Araucaria y APR Energy, vecinos aseguraron que "de inmediato se retomaron las obras, pese a que incluso con los amparos vigentes ya se hacía, por ejemplo, acopio de combustible".
Los vecinos, portando enormes carteles en rechazo a las termoeléctricas, llegaron a las puertas del edificio Municipal de la calle Rivadavia cerca de las 10 de la mañana, donde con megáfono en mano empezaron a reclamar por la presencia del intendente Nicolás Ducoté.
Un grupo más pequeño, en tanto, se dirigió a distintas oficinas municipales para dejar un petitorio, nota que pretendían entregar en mano del jefe comunal, algo que finalmente no pudieron hacer.
Es que, según señalaron fuentes de la Comuna a Pilar de Todos, el intendente tuvo reuniones durante la mañana y luego otras fuera del Palacio Municipal.
Pese a que desde el gobierno hubo otros funcionarios que se ofrecieron a recibirlos, los vecinos insistieron en que sea el propio Ducoté el que los atienda, aunque ya cerca de las 16 decidieron retirarse.
"La Justicia dijo que ahora todo depende de los organismos de control. Uno de esos organismos es el Municipio, que tiene la obligación de cerrar un lugar que es peligroso, como las termoeléctricas. Además, sabemos que no tienen aún permiso del OPDS o de la Autoridad del Agua. Las plantas deberían ser clausuradas por el Municipio", señaló una de las vecinas presentes, Sonia Tognoli, en diálogo con Pilar de Todos.
Otros habitantes de la zona, tanto de Matheu (Escobar) como de Villa Rosa, aseguraron que los ruidos que se escuchan desde las plantas son "insoportables", e incluso hicieron referencia a vibraciones que se sienten a más de 300 metros de las usinas.
"El ruido no nos deja dormir, y eso que recién están probando dos motores. Además, hay vecinos a los que les tiemblan las vidrios de las casas cada vez que se prenden las turbinas. Y pese a decir que van a funcionar casi siempre a gas, ya han ingresado millones de litros de gasoil al lugar. La Justicia dijo que ahora todo está en manos del Municipio y es por eso que venimos a pedirle al intendente que saque las termoeléctricas del medio de zonas residenciales", añadieron.
Las empresas, en tanto, siempre señalaron que se ajustan a la normativa ambiental, que los ruidos se disminuirán con paneles especiales, y rechazaron que las emanaciones sean perjudiciales para la salud, como sostienen los vecinos. Además, si bien expusieron que hay vecinos que tienen una preocupación "genuina", también deslizaron que detrás habría "intereses políticos en atemorizar" a la población.
