En el marco del programa que prevé reducir o mitigar las inundaciones en Pilar, la Comuna reveló que son 57 los barrios cerrados y countries que están “en contacto con cursos de agua”, por lo que ahora se analizará si inciden en las inundaciones.
Desde hace años organizaciones no gubernamentales vienen denunciando que varias urbanizaciones han alterado cursos de agua, construido represas o taludes, e incluso invadido la zona de anegamiento natural del Río Luján, es decir los humedales, lo que se traduce en cada vez peores consecuencias cuando caen fuertes lluvias.
En el marco del programa “Diálogo Hídrico”, que busca que las urbanizaciones reformulan sus entornos para evitar que se inunden barrios aledaños, el intendente Nicolás Ducoté selló un acuerdo con el Instituto Nacional del Agua (INA), representado por el Ing. Julio C. De Lío y con la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Interior de la Nación, representada por el Subsecretario, Ing. Pablo José Bereciartúa, en el marco del eje “Adaptación a los extremos Climáticos del Plan Nacional del Agua”, implementado por esa Subsecretaría del estado nacional.
Esos organismos serán los que relevarán los casi 60 countries que podrían estar alterando al menos 12 cursos de agua, estudios que generarán mecanismos a aplicar para evitar anegamientos alrededor de esas urbanizaciones.
“En materia de adaptación al cambio climático, en Pilar estamos instalando un mecanismo de diálogo con el sector privado que puede servir de modelo a otros municipios del país y a la implementación de la Ley Nacional de Humedales, porque lo hacemos con bases científicas sólidas y a través de un esfuerzo conjunto con los emprendimientos“, comentó el Intendente Ducoté.
“Este convenio fortalece nuestro trabajo para mitigar inundaciones en distintos puntos de Pilar. Es poner la mejor ciencia hidráulica al servicio de nuestros barrios más vulnerables y demuestra el compromiso del gobierno nacional en este objetivo” señaló, en tanto, el titular de Medio Ambiente de la Comuna, Javier Corcuera.
“Es momento de abordar el problema de un modo integral, porque no es lo mismo evaluar un barrio de forma aislada que analizar los 57 barrios cerrados y su impacto ambiental a nivel cuenca en su conjunto”, enfatizó Jerónimo Valle, coordinador del programa Cambio Climático y de los Diálogos Hídricos de la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio.
“El modelado matemático aportará datos claves para que el municipio proponga a los barrios cerrados medidas concretas” agregó Elena Garbesi, Subsecretaria a cargo de esos programas.
Inundar canchas de golf
Una de las primeras medidas en concreto que se lograron de la mano de los diálogos con barrios cerrados, es que la mega urbanización Pilará acepte inundar sus canchas de golf cuando caen fuertes precipitaciones, campos que harán de suerte de reservorios temporales del agua y la contengan, para evitar que vayan a zonas aledañas.
Una vez que las lluvias cesen, el agua se irá drenando paulatinamente. Además, se han instalado centrales meteorológicas y regletas que miden el nivel de los arroyos, para determinar cuándo es necesario activar mecanismos de alerta.
