El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, descartó más ayuda del Estado para los deudores de créditos UVA, y señaló que esos préstamos “son un acuerdo entre privados”.
Desde que asumió, el colectivo que reúne a deudores de este tipo de créditos, que se indexan por inflación, tanto las cuotas como el capital, le viene reclamando al mandatario una solución.
No obstante, Fernández señaló que su gobierno ya destinó 600 millones de pesos para amortiguar las subas, sumados a otros 1400 millones de pesos que pusieron los bancos, el 70% de ellos públicos.
"El Gobierno hizo que la distorsión no sea tan feroz, entre lo que paga la gente y lo que debería pagar. Para que en un año todo se ponga en orden", detalló Fernández en diálogo con Radio Continental y luego agregó: "Cuando yo escucho a los que han sacado créditos UVA quejarse tan agriamente, que son 90.000 personas, no son millones, los quiero llamar a la reflexión".
“Los créditos UVA son entre particulares que aceptaron una cláusula de ajuste por inflación", continuó Fernández, pese a que en campaña hablaba de “estafa” al referirse a este tipo de créditos, y prometía una solución.
Fernández responsabilizó a Mauricio Macri, quien era presidente cuando se creó este crédito y manifestó: "Estaba en campaña y suspendió las subas de (las cuotas) los créditos. Pero el problema es que ahí hay una deuda, el contrato existe y dice que hay que indexarlo. Eso acumuló una deuda de $ 600 millones que pagó el Estado".
“Palabra devaluada”
Tras las declaraciones de Fernández, desde el Colectivo Hipotecados UVA salieron a cruzar al mandatario, le manifestaron que el Estado Nacional, cuando él no era Presidente, impulsó este tipo de préstamos, y le volvieron a reclamar soluciones.
“A lo largo de toda la campaña electoral, el por entonces candidato no se refería a estos créditos como una mera cuestión entre privados. Muy por el contrario, aludía a los mismos como una pesada carga para los deudores y señalaba que todo el costo de la devaluación recaía sobre los deudores y que los bancos eran los grandes beneficiarios de esta relación contractual. Así mismo, señalaba que en el año 2003 y siendo él jefe de gabinete, junto con el Presidente Néstor Kirchner, habían tenido que enfrentar una situación similar con los créditos hipotecarios dolarizados de la época de la convertibilidad. ‘Sabemos cómo hacerlo’”, señalaron los deudores por medio de un comunicado.
“Han pasado solamente 60 días desde la asunción presidencial y su discurso en la materia, cambió radicalmente. Se devaluó su palabra. Ahora la cuestión quedaría reducida a sólo 90.000 créditos, los cuales, en palabras del Presidente, ya han recibido asistencia con el congelamiento de sus cuotas durante cinco meses. Toda la asistencia e involucramiento del Estado se redujo a eso. Suena a poco, más bien a nada. Es necesario recordar -pues las autoridades parecieran ser que se han olvidado de ello-, que estos créditos fueron impulsados desde el Estado Nacional como una política pública de vivienda. La normativa para instrumentar créditos indexados fue impulsada por el Banco Central, pese a que en marzo de 2016 se encontraba plenamente vigente la prohibición de indexar por precios”, agregaron.
Desde Hipotecados UVA sostuvieron que “haciendo caso omiso a ello, toda la maquinaria publicitaria del Estado y del sistema financiero se puso a disposición para promocionar esta nueva cuasi moneda, la UVA. Estas líneas crediticias tomaron fuerte impulso hacia mediados de 2017, comienzos de 2018 y con el paso del tiempo se convirtieron en las únicas disponibles para acceder a una vivienda”.
“El Estado nunca estuvo ausente. Fue el motor e impulsor de estos créditos. El gobierno actual no puede desatenderse de ello. No son viables créditos indexados a 20, 25 o hasta 30 años, con una inflación que navega por encima del 50 % anual, con ingresos de la población cada vez más devaluados y que se ajustan muy por debajo del nivel general de precios de toda la economía. En momentos de descreimiento generalizado, cobra valor la palabra empeñada. No se puede pasar de calificar estos créditos como una pesada carga para los deudores a quienes hay que brindarles una salida, y sin solución de continuidad sostener que sólo se trata de una cuestión entre particulares que aceptaron las cláusulas de un contrato. Sr. Presidente Alberto Fernández, hemos reflexionado y estamos convencidos que estos créditos indexados, son una estafa. De usted depende tomar una decisión y terminar con esta usura, llevando a la práctica una de sus frases de campaña: ‘Entre los bancos y la gente, me quedo con la gente’”, concluyeron.