Nicolás Olivola tiene Distrofia Muscular de Duchenne, un trastorno hereditario caracterizado por la debilidad muscular progresiva que no tiene cura pero la fisioterapia y los medicamentos pueden controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Pero la discapacidad no fue un obstáculo para que Nicolás pueda desarrollar su veta artística y encontrar en la música el refugio para soñar con llevar a cabo una profesión. Estudia canto y espera poder avanzar para grabar su primer disco.
“En la música no hay límites. Todas las mañanas estudio canto. La música es el refugio que me demuestra que para soñar no hay límites y que el cuerpo no es un obstáculo para poder hacer lo que uno desea”, contó.
“Tuve la posibilidad de grabar mi primer video clip. Eso espero que sea un despegue para conseguir más cosas. Espero poder firmar contrato con alguna discográfica y avanzar en mi sueño de grabar mi primer disco”, agregó.
Como vecino de Pilar, Nicolás apuesta a participar de los festivales que se desarrollan en las diferentes localidades y, sobre todo, en las Fiestas Patronales de Pilar.
“Quiero aprovechar que ahora viene el verano para lograr la mayor exposición posible. Poder mostrar mi trabajo y que la gente de Pilar me conozca para, después, girar por todo el país”, contó.
La voz de Nicolás denota emoción, entusiasmo y esperanza. Él no lo dice pero sabe que, con lo que hace día a día, demuestra que la discapacidad no es un límite.