Utopías Denunciadas festejó diez años de existencia. La murga, que nació a partir de una fusión del barrio Los Laureles y Villa Luján, de Presidente Derqui pudo, a diferencia de otras, sostenerse en el tiempo.
Para Carla Iñiguez, una de sus referentes, que hayan logrado estar durante tanto tiempo es por el sentido de pertenencia que genera la agrupación y el trabajo de articulación que realizan con los jóvenes que bailan.
“Si vos le preguntás a cualquiera de los integrantes o vecinos de Presidente Derqui te van a decir que Utopías Denunciadas es diferente. Es un espacio de contención social que genera un sentido de pertenencia distinto. La murga es como una familia. Educamos desde la capacidad de empatía”, expresó.
“Lo que nos enorgullece es lo que pudimos lograr con cada uno de los integrantes. La murga funcionó como un disparador y supo ser un espacio de articulación social. Hoy por hoy hay bailarines que, a partir de los valores que les hemos inculcado, han estudiado, se han recibido y muchos, a partir de la contención que le dimos, han dejado malos hábitos. Utopías ha salvado muchas personas de muchas cuestiones muy fuertes”, agregó.
Carla dijo también que uno de los motivos por los cuales han podido mantenerse es que la financiación es a partir de la autogestión.
“Nosotros generamos nuestros propios ingresos. Hemos hechos buffet de comparsas. Siempre hemos solventado nuestros gastos. No dependemos de nadie. De hecho, esa capacidad de autogestión nos permitió viajar -estuvieron en un festival en Bolivia-. En lo que a economía respecta, la solución sale del grupo”, aseveró.
Esa transformación social a la que apuntan con los jóvenes también la vivió ella. Hoy a partir del aprendizaje que le dejó la comparsa ocupa el puesto de encargada de la Casa de la Cultura de Presidente Derqui.
“Esa transformación que tratamos de transmitirle a los chicos la viví yo. Fue la conducta que me inculcó el grupo la que hizo que yo esté en ese lugar. La murga es un disparador que apunta a que sus integrantes, en su mayoría de origen humilde, logren insertarse en la sociedad”, contó.
El orgullo de pertenecer a Utopías Denunciadas se le nota en cada palabra y en el entusiasmo con el que cuenta lo que han logrado.
Después de ese repaso diacrónico, Carla se pone en el papel de bailarina e intenta describir lo que siente cuando baila, pero no puede.
“Como dice una canción de rock: es muy difícil explicarlo porque sentirlo es mejor”, concluyó.