Recientemente se formó en Pilar un Círculo de Veterinarios que según la nota difundida en medios locales tiene algunos fines propios de su profesión y otros fines que parecieran exceder el ámbito privado.

Los medios transcriben los dichos de la veterinaria Albornoz, presidente del Círculo, que entre los objetivos menciona que “irán en contra de  las campañas masivas por proteccionistas tampoco autorizadas”.

Pareciera referirse a las campañas de castración en los que grupos de vecinos se organizan para contratar veterinarios que a bajo costo castran a sus animales ante la desesperación por evitar nacimientos indeseados y la insuficiencia del servicio prestado desde el Centro Municipal de Zoonosis.

¿Será que el Círculo de Veterinarios piensa perseguir a los vecinos para obligarlos a ir a sus veterinarias particulares?

¿A qué autorización se referirá la veterinaria Albornoz que parece creer que para contratar servicios profesionales los vecinos deben ser autorizados? ¿Por quién?

También manifiesta  la Presidente del Circulo Veterinario la intención de afianzar vínculos con el área de Zoonosis de la Comuna.

Algunos Círculos veterinarios de otros Municipios también quisieron afianzar vínculos con sus respectivos Centros de Zoonosis. Fue una nefasta experiencia.

Esos vínculos consistían en derivar a la gente que concurría al Centro Municipal  a veterinarios particulares, negándose los veterinarios de Zoonosis, miembros a su vez de dichos Círculos, a prestar el servicio público y gratuito que por ley deben brindar.

¿Estaremos también en Pilar ante un intento semejante de convertir al Centro Municipal de Zoonosis en una fuente de trabajo para los privados?

También se incluye entre los propósitos del Circulo Veterinario de Pilar ayudar a que el Centro de Zoonosis se ocupe de lo que se tiene que ocupar y no de las proteccionistas y otras cosas que no le corresponden.

Uno se pregunta con preocupación cual será la intención y el alcance de esta afirmación.

Hay vecinos que ayudan a perros, gatos y caballos lastimados, enfermos, atropellados, ponen su tiempo y recursos para ayudar de esta manera a toda la comunidad a vivir mejor. Algunos lo hacen individualmente, otros por medio de una Asociación para apoyarse mutuamente ¿Serán estas las proteccionistas de las que no debe ocuparse el Centro de Zoonosis según la opinión del Circulo Veterinario?

Pareciera que la intención del Círculo sería que las personas que se ocupan de animales sin dueño no sean atendidas en el Centro de Zoonosis. ¿Será para que tengan que acudir a sus consultorios particulares?

¿Puede un Círculo de veterinarios privados definir las políticas públicas y decir qué puede o no hacer una repartición pública?

La manifiesta colisión entre el interés público y el privado impide la injerencia privada en un servicio público.

La Policía Federal no le consulta a las agencias privadas de seguridad si puede o no hacer un procedimiento.

El Gobierno Nacional no le consulta al Colegio de Ingenieros si puede construir en determinado lugar un camino.

Pilar debe cumplir con la ley provincial que ordena castraciones masivas en campañas permanentes y con la Ordenanza de Pilar que dispone que el Municipio castre un mínimo de 120 animales por día, brinde atención clínica y desparasite a los animales entre otras funciones gratuitas explícitamente detalladas.

Si el Municipio cumpliera con ambas, no quedaría resquicio para que intereses privados colisionen con los legítimos intereses y derechos de los vecinos.

Quedan muchas dudas y preguntas por hacer. Una de ellas sería: ¿Cómo resolverían los veterinarios municipales en caso de formar parte del Círculo ese conflicto entre la protección de los intereses de los vecinos  y su accionar desde un Círculo que defiende intereses privados?

Asociación Protectora de los Derechos de los Animales Pilar

N de la D: Derecho a réplica por nota de la Creación del Círculo de Veterinarios