Más del 70% de los argentinos tiene dificultad para encontrar talles de ropa y calzado y el 65,6% reconoce sentir “tristeza” por eso y cuestiona severamente sus cuerpos, según un estudio realizado por el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (Cipdh-Unesco).
Los datos del informe arrojaron que el 70,8% de los consultados reconoció sentirse excluido del acceso a gran parte de las prendas que le gustaría adquirir por estar afuera de los estándares con los que se rige la industria textil, y que el 65,6% se siente mal “por no encajar en la ropa que pretenden”.
Por otra parte, reportó que 86,6% encuentra con frecuencia prendas solo en “talle único”.
El informe fue realizado entre el 15 de enero y el 15 de febrero pasado en las capitales de todas las provincias argentinas con relevamientos en 675 locales de venta de indumentaria y calzado y encuestas a 10.256 personas.
“El 78,7% de los damnificados por la falta de talles tiene entre 15 y 44 años, mientras que el 21,3% restante se reparte entre los 45 y los 75 años”.
La Ley N°27.521, conocida como Ley de Talles, sancionada en noviembre de 2019, establece la creación de un Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (Suniti), que hace a la fabricación, confección, importación y comercialización, tanto presencial como digital, de indumentaria de personas mayores de 12 años.
El sistema de talles normalizado se basa en los datos que terminó de recopilar un Estudio Antropométrico Nacional Argentino (EAAr), que busca definir la forma y dimensiones actuales y propias de los cuerpos que conforman la población del país, cuyos resultados finales aun no fueron presentados.
Al respecto, la directora ejecutiva de Cipdh-Unesco, Fernanda Gil Lozano, sostuvo que “si bien tenemos una ley de talles, esta ley tiene algunos inconvenientes porque la gente mayoritariamente no esta encontrado ropa ni calzado”.
En este punto, explicó que desde el centro que preside, hace tiempo trabajan sobre el impacto que tuvo la pandemia de covid-19 y que “uno de los más grande ha sido el aumento de peso”.
“El de talles es un reclamo permanente; qué pasa cuando uno se quiere comprar algo, si se encuentra la ropa; no es un tema menor porque es uno de los derechos humanos básicos, vestirse”, explicó Gil Lozano.
Asimismo, describió que “estas son como pequeñas alarmas que nos ponen en evidencia que más allá que la ley fue un avance enorme, hay que buscar la forma para que en la reglamentación se obligue a los locales a tener y estandarizar mejor todas las medidas que la ley indica”. (DIB)