El servicio del Tren San Martín, que conecta Pilar con la Ciudad de Buenos Aires, se verá afectado este miércoles por una medida de protesta gremial: las formaciones no superarán los 30 kilómetros por hora durante toda la jornada.
La decisión forma parte de un “trabajo a reglamento”, modalidad en la que los ferroviarios cumplen estrictamente las normas, sin realizar tareas extra, lo que genera demoras significativas en los traslados. De este modo, recorridos que suelen demandar poco más de una hora podrían extenderse notablemente, en especial en horas pico.
El conflicto surge en el marco de la paritaria ferroviaria y el reclamo por la pérdida del 40% del poder adquisitivo de los salarios frente a la inflación. Según los gremios, esa situación impacta de lleno en la calidad de vida de los trabajadores y provoca que muchos empleados calificados migren hacia otros sectores en busca de mejores ingresos.
Los más golpeados, aseguran, son los trabajadores de categorías iniciales, cuyos sueldos quedaron por debajo de lo necesario para afrontar gastos básicos.
La falta de personal es otro eje del reclamo: con el paso del tiempo disminuyó la cantidad de ayudantes y maquinistas, y quienes quedaron en actividad se niegan a cubrir funciones adicionales.
Desde el gremio destacan que “el objetivo no es perjudicar a los usuarios, sino visibilizar la problemática”, recordando que además de lo salarial piden inversiones en infraestructura y seguridad.
No es la primera vez que la línea atraviesa una situación similar. El año pasado también se aplicaron medidas que derivaron en largas demoras hasta que, tras semanas de negociaciones, se alcanzó un acuerdo. Esta vez, sin embargo, las posiciones aparecen más distantes y no se vislumbra una solución rápida.