Martín Iribarne -director y dueño de la granja de rehabilitación San Camilo ubicada en Pilar-, el Licenciado Alejandro Jacinto –ex director terapéutico- y Angel “Pipi” Súnez, empleado de seguridad, fueron ayer indagados por el titular de la UFI Nro. 4, Dr. Jorge Nocheti, acusados por el homicidio culposo de Saulo Rojas, un joven mendocino que perdió la vida dentro de una celda de detención de ese establecimiento.
Según la fiscalía, y como difundió Pablo Galfre, escritor del libro "La Comunidad", que relata las torturas a las que eran sometidos las personas que llegaban hasta allí por problemas de adicciones: “…el día 14 de Junio de 2013 siendo aproximadamente las 20.00 horas, quien cumplía la función de vigilador de la Fundación San Camilo (…) Súñez Ángel Oscar, (…) aisló en una habitación en construcción (…) al paciente Rojas Saulo Josías, violando de tal forma el deber de cuidado que le era exigido, con una actuación deficitaria por no haber advertido que el nombrado poseía un elemento con el cual podía atentar contra su vida, esto es un cinturón de tela".
"Rojas Saulo -continúa el escrito del fiscal- alrededor de las 20.15 horas de ese mismo día, utilizando el elemento ya referido, se colgó de las rejas de la ventana existente en la sala de aislamiento, perdiendo como consecuencia de ello su vida producto de un paro cardiorrespiratorio traumático debido a ahoracadura de tipo incompleta".
Desgarrador relato de una madre cuyo hijo murió en una granja de rehabilitación de Pilar
"La conducta de Súñez fue llevada a cabo con conocimiento y aval del Director terapéutico de la Fundación, Sr. Jacinto Alejandro y del Director General, Sr. Iribarne Sartorio Martín, desde que los mismos no podían desconocer que la entidad funcionaba de manera irregular porque no sólo alojaba más internos que aquellos que la habilitación permitía sino porque contaba con rudimentarias y deficientes condiciones edilicias…”.- Que el hecho precedentemente descripto encuadra precariamente como constitutivo del delito de homicidio culposo", analizó la fiscalía.
Tras conocerse la indagatoria, familiares y allegados a Saulo Rojas manifestaron sentirse "conformes y orgullosos por lo actuado por el fiscal Nocheti".
"Después de tanto tiempo, de tanta espera, finalmente Miriam Lucero, la madre de Saulo, empieza a acariciar la justicia. No sólo por su hijo, sino como ella dice, para que no le pase a ningún pibe más”, señalaron en un comunicado.
Al tiempo que aclararon que, como declararon varios testigos en el libro La Comunidad y ante la fiscalía, el cuarto donde murió Saulo no era una “habitación en construcción” sino una celda propiamente dicha, donde se encerraba y castigaba a los jóvenes con problemas de adicción.
Cabe recordar que el pasado mes de junio, la Comisión Provincial por la Memoria inspeccionó San Camilo y “constató la existencia de torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra 60 jóvenes y adultos con padecimiento mental, y se tomó conocimiento también de un caso de abuso sexual contra un adolescente de 14 años”.
Tras la inspección, la CPM pidió a la justicia la clausura de la granja.
