Construyendo un camino claro hacia el logro: Cómo los objetivos SMART impulsan el progreso. Los objetivos SMART son concretos, certeros y permiten analizar los resultados con el fin de evaluarlos y comprender si fueron o no alcanzados en el tiempo estipulado. Es fundamental conocerlos al momento de diagramar cualquier tipo de estrategia de negocios. Algo “negativo” que tienen es que no todos saben de su existencia, por lo cual acercar sus beneficios es una tarea necesaria de cara al futuro.
En caso de no conocer objetivos SMART eficientes, el cumplimento de las metas podría volverse algo tortuoso o imposible ya que las estrategias estarán basadas en datos erróneos/poco realistas. Si quieres saber todo al respecto, tenemos muchas cosas que contarte.
¿Qué son los objetivos SMART?
Los objetivos inteligentes, conocidos específicamente como SMART, suponen una serie de metas específicas, alcanzables, medibles, relevantes, y dentro de un periodo de tiempo razonable. Su correcto uso aporta muchos beneficios, como la priorización de ciertos objetivos que son más urgentes que otros. Cuando se establece la orientación de los equipos laborales, los resultados aparecen solos.
¿Cómo se definen?
En el año 1981, el escritor George T. Doran lanzó un artículo en el cual introdujo por primera vez el concepto, y en el 2003, Paul J. Meyer profundizó en el tema al describir de forma certera sus características, lo que cambió para siempre los entornos laborales y la manera en la cual se fijaban los objetivos.
El acrónimo SMART encierra varias definiciones, siendo una por cada letra de la palabra:
- Specific: específicos.
- Measurable: medibles.
- Achievable: alcanzables.
- Relevant: relevantes.
- Time based: con límite de tiempo.
● Específicos
La especificidad indica que los objetivos SMART son aquellos que ayudan a divisar un norte alcanzable. Para saber si están bien enfocados, deben responder: quién se involucra, cuál es la intencionalidad, dónde, cuándo conseguirlo, y los obstáculos reales a enfrentar. Si no existe especificación alguna, las dudas repentinas limitarán el progreso.
● Medibles
Es muy fácil ver los aciertos y errores cuando se mide el proceso. Nadie es infalible, por lo cual modificar los puntos incorrectos se hará una tarea más sencilla y disminuirán las chances de errar en los cambios. Es necesario incorporar elementos cuantificables: fechas límite, cambios porcentuales, y más. Los KPI son medidores de rendimiento cuya función es la de ver qué tan bien avanzan los colaboradores en la consecución de cierta meta. Si es medible, es alcanzable.
● Alcanzables
Nadie sugiere la fijación de objetivos excesivamente sencillos, porque esa metodología obligará a tener que crear nuevos constantemente. No obstante, tampoco hay que tocar el extremo de diagramar metas muy lejanas, pues su dificultad podría generar frustración entre los profesionales. Antes de seguir, pregúntate si el objetivo es alcanzable. Si no lo es, deséchalo y busca otro.
● Relevantes
Los relevantes marcan la sincronización total entre metas, dándole sentido al proyecto en su conjunto. Fíjate si valen la pena, si es el momento perfecto para trabajar en esos objetivos, si sos la persona idónea para liderar, y si los empleados están capacitados para lidiar con ellos.
● Con límite de tiempo
Una fecha límite fijada con responsabilidad ayudará a saber si el éxito fue o no alcanzado. Cuando no hay plazos de tiempo, los proyectos suelen extenderse por demás y las métricas pierden sentido.
¿Para qué sirven?
Como hemos dicho anteriormente, su función es la de tener un enfoque claro a corto o mediano plazo y no perder el rumbo diario o hasta semanal. A veces pasa que las semanas laborales se tornan complicadas, inundando a la compañía con imprevistos o tareas urgentes impostergables. Para combatir eso, los SMART ayudan a saber qué cosas deben ser realizadas en determinado período de tiempo.
Ventajas de la metodología SMART
La realidad es que fijar esta metodología es altamente beneficioso para una organización, ya que la idea de su implementación es optimizar los recursos, los esfuerzos del personal y el tiempo en general. Una de las ventajas más importantes es el aumento de la visión empresarial, y es que, cuanto más precisa y amplia es la percepción del negocio, más fáciles son de alcanzar las metas.
Una correcta planificación implica que los objetivos fueron ordenados, planeados y los avances serán verificados con facilidad. Sumado a eso, el enfoque en los puntos más importantes permite saber qué hay que hacer, cómo, con qué, y el tiempo límite para hacerlo. La fijación de prioridades y jerarquías ordena todo desde lo más hasta lo menos determinante.
El mayor control de los resultados y procesos conlleva una ventaja clave: distribución óptima de recursos humanos, físicos y económicos. Así, en poco tiempo estarás generando un ahorro importante que podría ser volcado en nuevos objetivos a futuro. La comunicación también es relevante, ya que cada uno de los integrantes trabajará coordinadamente según las órdenes brindadas por los superiores.
Al ser una metodología estrictamente estratégica, se refuerza la idea de que los gerentes saben manejar la compañía y son personas de fiar. La delegación de actividades ayuda a que los empleados se sientan importantes y, a la vez, la gestión del tiempo será mucho mejor que antes. Para concluir con las ventajas, el equipo de ventas obtiene inmediatamente una ayuda porque se guiarán y orientarán sus esfuerzos de acuerdo a la estrategia comercial establecida.
Ejemplos de objetivos SMART
● Optimización de artículos para mejorar el posicionamiento de contenidos
En ciertos casos, para mejorar los resultados es necesario preocuparse en el contenido virtual para obtener un aumento orgánico del tráfico diario. Esta es una tarea que suele llevar su tiempo, por lo cual fijar objetivos SMART es una excelente idea:
- S: Mejorar el posicionamiento de contenidos.
- M: Alcanzar una posición entre 5-10.
- A: Buscando keywords de menor competencia.
- R: Ganar tráfico genuino.
- T: 1 mes.
● Aumentar seguidores en redes sociales
Liderando un equipo para redes sociales, una meta podría ser ganar influencia en, por ejemplo, Instagram o Twitter:
- S: Ganar reconocimiento de marca en Instagram o Twitter.
- M: Obtener 1000 seguidores (o X% más).
- A: Publicando semanalmente.
- R: Llegar a un público más amplio.
- T: 6 meses.