El viernes tomó un giro inesperado en Paseo Champagnat cuando un auto terminó incrustado en el restaurante Burger King. Alrededor del mediodía, mientras los comensales disfrutaban de su almuerzo, el vehículo atravesó una de las paredes de cristal que rodea el local, generando caos y desconcierto.
Testigos afirmaron que, en el área afectada, varias personas estaban comiendo, pero, por fortuna, no se produjeron lesiones de gravedad. El susto fue enorme, pero la situación no pasó a mayores.
Aún se desconocen las circunstancias exactas que llevaron al conductor a perder el control del auto y estrellarse contra el restaurante. Las autoridades continúan investigando los motivos del accidente, mientras los vecinos y clientes del paseo se recuperan de la sorpresa vivida.