Carmen Seveiro, de 62 años, padece Artritis Reumatoidea, una enfermedad crónica, que le genera inflamación en las articulaciones, tejidos circundantes y que también puede afectar otros órganos.
Por eso necesita inyectarse, una vez por semana, un medicamente de alto costo, llamado Etanercept, tratamiento que tiene un valor de 50 mil pesos cada 30 días.
Hasta el 23 de noviembre del año pasado la entrega del remedio, por parte del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, era normal.
Pero cuando fue a buscar nuevas dosis, para hacérselas colocar en el Hospital Sanguinetti, le dijeron que no había. ¿Por qué? Porque no le estarían pagando a los laboratorios.
“Estaba recibiendo con normalidad la medicación por parte del Ministerio de Salud de la Provincia, que a su vez la recibe de Nación, pero repentinamente dejaron de otorgármela. La gobernadora María Eugenia Vidal tiene dinero para contratar artistas, pero no para ocuparse de los enfermos y sus medicamentos. Esto no solo me pasa a mí, sé de casos de pacientes oncológicos y con HIV a los que también el Estado les niega los remedios. El Presidente Mauricio Macri y Vidal no deberían ver a la salud como un negocio, en donde hay que ahorrar dinero, sino como una obligación del Estado y un derecho de los ciudadanos”, se indignó Seveiro en diálogo con Pilar de Todos.
La mujer, quien aseguró que optó por no moverse prácticamente de su casa de Del Viso para evitar dañar sus articulaciones, también disparó contra la Comuna, a quien no responsabiliza por la falta de la medicina, pero sí por no ayudarla a conseguirla.
“Es cierto que el remedio no me lo da el Municipio, aunque sí me hago atender en el Hospital Sanguinetti ya que no tengo obra social y apoyo todo lo que sea público. Pero he pedido en reiteradas oportunidades que me atienda el Secretario de Salud (Carlos) Kambourian, para que me ayude en las gestiones, y no he obtenido ningún tipo de respuesta. Estoy con un certificado de discapacidad, y sin moverme de mi casa, para evitar que se me dañen las articulaciones. Pago mis impuestos al día y nadie me ayuda”, se lamentó la mujer.
“Si no hago el tratamiento en tiempo y forma, se me deforman las articulaciones y pese a que después me manden 5 cajas juntas del remedio, ya no me va a servir”, finalizó Seveiro.