En el acto de cierre de campaña del oficialismo bonaerense, el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, pronosticó una victoria el próximo domingo electoral "cueste lo que cueste" y al respecto afirmó que "se está dando vuelta la historia" luego del triunfo en las PASO de Javier Milei.
"El domingo cueste lo que cueste tenemos que ganar. El domingo vamos a ganar y a empezar a dar vuelta la historia", fueron las palabras finales de su discurso, que no casualmente repitieron los conceptos del comienzo de su mensaje en el estadio Arsenal de Sarandí.
Allí, en el partido de Avellaneda donde el intendente Jorge Ferraresi ofició de anfitrión, se congregaron miles de militantes peronistas que se dieron cita para "recargar pilas" para el domingo, según había expresado minutos antes el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, otro de los grandes protagonistas del acto.
En primera fila, observaron el desarrollo del mitín y acompañaron con aplausos a los oradores el ministro de Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, el canciller Santiago Cafiero, la candidata a diputada nacional Victoria Tolosa Paz, la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau y el gobernador de Tucumán, Juan Manzur. Entre los varios intendentes que estuvieron presentes apareció Federico Achával, jefe comunal de Pilar.
El mensaje de Massa consistió en una ratificación permanente de sus compromisos con los trabajadores y con las banderas de soberanía política e independencia económica.
A cambio, le pidió a la militancia que redoble el esfuerzo en esta recta final hacia el domingo para conseguir el voto de los indecisos. "Quedan cuatro días. En este día de la lealtad quiero comprometerme con ustedes. Voy a dejar hasta mi última gota de sudor. Voy a dejar la piel para construir el triunfo de Unión por la Patria el próximo domingo. Necesito de la ayuda de cada uno de ustedes", solicitó.
"Ese deseo de que el domingo cueste lo que cueste se va a hacer realidad porque estamos dando vuelta la historia. Estamos construyendo desde la provincia de Buenos Aires, desde el Norte argentino, desde la Patagonia, la victoria de Unión por la Patria del próximo domingo", subrayó el ministro de Economía.
En sintonía con el Día de la Lealtad, Massa reafirmó que "nuestro primer acuerdo sobre la lealtad de nuestro gobierno desde el 10 de diciembre es lealtad con el trabajo".
"Creemos en una sola clase de hombres y de mujeres: los y las que trabajan, y queremos que Argentina siga generando trabajo, que permita mejores salarios y jubilaciones, que permita incorporar a los trabajadores de la economía popular", resaltó el candidato de Unión por la Patria, quien puso el acento en la idea de reconstruir "la movilidad social ascendente".
El candidato de Unión por la Patria también aprovechó para hacer una afirmación de autoridad, ratificando que a partir del 10 de diciembre, si le tocara gobernar, no va a coparticipar el timón de la gestión y el rumbo del país va a estar sobre sus hombros.
Según aseguró, "el 10 de diciembre empieza un nuevo gobierno, con un presidente que tiene el coraje para hacer los cambios que hacen falta, que tiene la determinación de encarar la reconstrucción de la Argentina".
En un intento por contagiar optimismo, Massa sostuvo que pese a las dificultades de la coyuntura "lo peor está pasando" y "lo que viene es mucho mejor".
En otro pasaje de su discurso, se encargó de marcar diferencias con sus adversarios electorales en torno al tema de la educación.
Al respecto, aseguró que su gestión apuntará a llevar la inversión en educación a 8 puntos del PBI, con la determinación, entre otros puntos, de "crear más universidades", un aspecto con el que tanto Juntos por el Cambio y La Libertad de Avanza discrepan.
"Venimos a decirles a aquellos que creen que se puede arancelar la escuela, que se puede mandar a una familia a mendigar un voucher, que se puede cobrar la Universidad, que Argentina es símbolo de educación pública, gratuita, de calidad e inclusiva".
También dedicó "un párrafo aparte para las personas con discapacidad", y al respecto afirmó que "se acabó el muro que les impide entrar al mundo del trabajo".
"No será más incompatible cobrar la pensión con poder trabajar", anunció Massa.
En cuanto al pilar de la independencia económica, aseguró que su gestión discutirá con el FMI "un programa que tenga que ver con el crecimiento y el desarrollo de la Argentina, y no con la inflación y la acumulación de reservas para que ellos cobren su deuda".
"Nuestra deuda más importante es la deuda del desarrollo y la tenemos que pagar sobre la base de una discusión honesta y firme", remarcó.
En cuanto a la soberanía política, hizo eje en el histórico reclamo sobre las Islas Malvinas. "Tuvimos que escuchar como a lo largo de esta campaña dos candidatos lastimaban el corazón de las familias de aquellos que perdieron su vida en Malvinas".
"Las Malvinas fueron, son y serán argentinas. No regalamos la sangre" de los caídos en combate, se diferenció Massa.
Asimismo, plasmó en su discurso un compromiso en la lucha contra la inseguridad, con foco en la provincia de Buenos Aires.
"Axel, quiero que cuentes conmigo, vos y tu equipo, desde el 10 de diciembre la lucha contra inseguridad va a ser una pelea personal, contra la inseguridad, contra el narcotráfico, contra la trata de personas, contra el delito, contra aquella Justicia que se hace la desentendida y libera delincuentes que conviven con la víctimas", señaló.
"Me van a tener al lado trabajando codo a codo porque quiero que la defensa de la vida y de la paz sean valores que representen a Unión por la Patria", agregó, acaso marcando un matiz de diferencia respecto del kirchnerismo y el albertismo.
Por último, Massa volvió a manifestar su convicción de conformar un "gobierno de unidad", aunque esta vez apelando a la famosa máxima de Perón de que "para un argentino nada mejor que otro argentino".
"Vamos a llamar a la construcción de un gobierno de unidad nacional que deje sentadas 10 políticas de Estado", culminó.