El gobernador Axel Kicillof se metió en la interna de Juntos por el Cambio y sostuvo que “los halcones se morfaron a las palomas”, al tiempo que consideró que los dirigentes opositores “están en campaña electoral adelantada” y buscan “exacerbar la angustia” de los argentinos.
“Están en campaña electoral adelantada. A la vez, hay una interna entre los diferentes sectores: Horacio Rodríguez Larreta está en una olimpiada a ver si puede mostrarse más duro que Patricia Bullrich, ella se pone nerviosa. Estamos viendo este vergonzoso despliegue de declaraciones escandalosas”, sostuvo. “Los halcones se morfaron a las palomas”, remató.
Asimismo, sostuvo que “hay una campaña que pasa por exacerbar todo lo que pueden la angustia. En economía hay mucha profecía autocumplida. Generaron dudas. Son irresponsables”, planteó y recordó que, incluso, “hablaron del fin del peronismo”.
El gobernador sostuvo que “luego se reacomodó el área económica; asumió Sergio Massa como ministro de Economía y, en medio de la incertidumbre mundial, se hizo un canje y se despejaron las dudas”. Y enfatizó: “Pero ahora se montaron sobre el show de la causa Vialidad”.
“El 22 de agosto vimos a un fiscal profundamente antiperonista y que juega al fútbol en la quinta de Mauricio Macri leer un alegato, que es casi un guión”, dijo sobre Diego Luciani y criticó que ese funcionario judicial haya acusado a la vicepresidenta “sin una sola prueba”.
Para Kicillof, Luciani “violó toda la normativa jurídica pidiendo sin pruebas no la proscripción sino la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos a la conductora del peronismo” y calificó de “graves” las expresiones vertidas durante su alegato.
“Durante el alegato del fiscal y el pedido ridículo de 12 años de prisión que hizo, TN estaba con una cámara en la casa de Cristina, incitando un cacerolazo o algo por el estilo. Pero pasó lo contrario: fue mucha gente espontáneamente a respaldarla. Eso los desespera”, evaluó.
Así, Kicillof puso de relieve que la oposición cree que “cuanto peor, mejor” e hizo una reseña de lo que consideró una estrategia desestabilizadora para “generar climas”.
“La provincia de Buenos Aires creció 11,4 puntos el año pasado. Hay aumento del empleo y la actividad, pero no se ve una mejora distributiva ni de los ingresos que acompañe ese crecimiento. Hay dificultades planetarias porque la guerra encareció los alimentos. Esto demuestra que no sirve la teoría del derrame, sino que hay que forzar la redistribución”, dijo. (DIB)