El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, aseguró que "la cúpula empresarial no contribuye al desarrollo económico y social de la Argentina", en referencia a los principales grupos económicos de capital nacional y extranjero que operan en el país, a los que llamó a identificar como una "unidad económica" a la que es necesario abordar como conjunto para poder "comprender, regular y legislar" correctamente.
Así reflexionó sobre el libro "Los sectores dominantes en la Argentina, estrategias de construcción de poder, desde el siglo XX hasta el presente", escrito por Eduardo M. Basualdo y Pablo Manzanelli, que presentó junto a los autores y con el exsecretario de Comercio, Roberto Feletti, en el auditorio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
En ese sentido, apuntó que "la legislación va a fracasar en regular al capital si no lo aborda a través de la unidad que explica su comportamiento", el cual "no se puede mirar empresa por empresa, sino que debe ser como sector".
"Comprendamos la historia argentina desde la estrategia de estos dos grupos. Leamos la historia a través de las transformaciones de la cúpula empresaria. Con este lente se ven cosas completamente distintas. Se comprende distinto", aseguró Kicillof, que sostuvo que el libro demuestra como "hay una disputa política" que queda a la vista entre estos sectores a lo largo de los años.
Y afirmó: "Estos dos tipos de actores que constituyen la cúpula empresarial no contribuyen al desarrollo económico y social de la Argentina. Pese a sus promesas y propagandas. Esto les pone un reflector a los que se querían esconder".
El libro, explicaron sus autores, analiza los grupos económicos locales y el capital extranjero en su versión especializada, con casas matrices o en conglomerado empresario, desde el conglomerado oligárquico agroexportador de finales de siglo XIX, hasta los nuevos grupos de poder en el Siglo XXI.
Al respecto, señalaron que la consolidación de los actuales grupos comienza a partir de la última dictadura, en la cual los regímenes de promoción favorecieron que los recursos de algunas empresas se orienten a concentrar posiciones oligopólicas
"La estrategia de la cúpula empresaria de la diversificación e integración vertical los transformó en actores hegemónicos del conjunto de la economía", afirmó Pablo Manzanelli, que detalló que 56 empresas de las 200 más importantes de la Argentina "son la nave insignia de estos poderes económicos".
Sin embargo, aseguró que "en realidad controlan miles de empresas, para así poderse hacer dueñas de las cadenas productivas y controlar precios relativos de esas cadenas".
"El resultado de todo esto en una macroeconomía fracturada, en la cual tenemos a la rueda principal de la economía que determina y condiciona la forma de crecimiento de la economía en su conjunto", afirmó.
En respuesta a este fenómeno, Feletti señaló que de la experiencia en su gestionó al frente de la Secretaría de Comercio advirtió la tangibilidad de este fenómeno de concentración, y advirtió que "si no hay una centralización (de autoridad política y gubernamental) frente a la figura del grupo económico, la regulación se vuelve voluntarista".
"Hay un persistente predominio en la capacidad de imponer políticas del capital extranjero", dijo Feletti, que sostuvo que "no es cierto que las regulaciones no sirven, sino que hay que regularlos con las características que se les aplican".