El gobernador Axel Kicillof participó de la asunción de Claudia Sheinbaum como primera presidenta mujer de la historia de México y se transformó así en el representante institucional de mayor rango institucional de Argentina en estar presente en la ceremonia en el Distrito Federal, ante la ausencia de Javier Milei, enfrentado con Manuel López obrador, el presidente saliente, por su perfil de centro izquierda y con su sucesora, la nueva mandataria.
Kicillof, que tal como reveló DIB el sábado mantuvo es reserva el viaje hasta última hora, fue especialmente invitado por la cancillería del país azteca en un gesto de consideración política notable: mientras la mayoría de los países de la región envió delegaciones presidenciales, Argentina estuvo representada por el Gobernador de la provincia más numerosa mientras que su presidente, Milei, estuvo ausente.
Para el bonaerense es, además, una prolongación de la política de contactos exteriores que viene desarrollando y que justifica en la necesidad de estrechar lazos con otros países que pueden ser útiles en términos de inversiones y cooperación para la provincia, que está al comando del ministro de Gobierno, Carlos Bianco –una suerte de “canciller” de la provincia- que hoy estuvo en el DF junto a Jesica Rey, la ministra de Comunicación.
Kicillof sumó en ese marco una nueva foto con el presidente de Brasil, Luiz Inacio “Lula” Da Silva, con quien se vio en el DF una hora antes del acto de protesta (así se llama la ceremonia de asunción) de Shienbaum. “Lula” estuvo con su canciller, Mauro Vieira y Kicillof con Bianco y Rey. La reunión replica una que tuvo lugar el 13 de agosto en Brasilia cuando además estuvieron presente los ministros de Economía Fernando Haddad y Pablo López.
El gobierno de Kicillof desarrolla esta política de contacto con el exterior en paralelo pero sin contactos con la cancillería argentina. Así, Bianco armó una “Mesa China” para acercarse al gigante asiático (antes del cambio de opinión de Milei sobre ese país), y realizó varios zooms con Dilma Rouseff, la presidenta del Banco de los BRICS, bloque al que el gobierno declinó integrarse pese a que tenía la posibilidad de hacerlo, heredada de negociaciones previas.
La estrategia tiene un costado de política interna: al aparecer en roles que usualmente son ocupados por el presidente de la república, Kicillof avanza en la “nacionalización” de su propia figura ante el electorado argentino, un requisito importante a la hora de competir por una candidatura presidencial en 2027.
En declaraciones a Radio Madres (AM 530) desde México, el gobernador dijo que “es una lástima” el faltazo del mandatario argentino, que calificó como “una muestra más de sus anteojeras ideológicas, prejuicios y guerritas adolescentes”.
“Lamentablemente del gobierno nacional no hay ningún representante”, añadió Kicillof, quien resaltó que “no tiene ninguna lógica política, económica o cultural no tener representación en un momento tan importante como la asunción de la primera mujer electa presidenta”. (DIB)