La mujer asesinada por su expareja de al menos 5 puñaladas en Presidente Derqui ya había denunciado a su agresor en al menos dos oportunidades.
Así lo señalaron fuentes policiales a Pilar de Todos, desde donde relataron que la víctima, Roxana Galeano, de 34 años, se había presentado ante la comisaria de la mujer en octubre para denunciar a Marcelo Cativa (38), con quien había mantenido un vínculo sentimental hasta hace algunos meses. De hecho, 2 de los 5 hijos de la mujer era de Cativa.
Ambas presentaciones de Galeano fueron realizadas en octubre. En la primera solicitaba una restricción perimetral y un botón antipánico.
En una segunda oportunidad, la víctima señaló que Cativa había violado la restricción, por lo que se inició una causa por desobediencia.
Las fuentes relataron a este medio que Cativa esperó a la mujer en la calle Comodoro Rivadavia y Derqui, cuando esta salía de su trabajo, en una urbanización cerrada de La Lonja, y retornada a su vivienda del barrio Monterrey.
"La interceptó a unas 8 cuadras de la casa. Le asestó al menos 5 puntazos en varias partes del cuerpo, como pecho, cuello y manos, heridas estas últimas que podrían indicar que la mujer intentó defenderse", añadieron desde la Policía.
Tras atacar a Galeano, quien cayó mal herida al piso y murió minutos después, el femicida dejó tirada en el lugar la bicicleta en la que se movilizaba, y escapó. Comenzó a ser intensamente buscado por decena de efectivos y un dron, pero pasadas las 17:30 se registró que un hombre se había arrojado debajo de un tren, en Tortuguitas.
Minutos más tarde se constató que se trataba de Cativa.
Roxana, madre de 5 hijos, tenía 34 años.
Malestar en el velorio
Además del calvario que están atravesando por la pérdida de un ser querido, familiares y allegados a Roxana se vieron obligados a velar a la mujer, en la sala velatoria de Presidente Derqui, a oscuras.
Es que, según contaron a Pilar de Todos, a las 20 horas pudieron ingresar al lugar, pese a que el cuerpo ya estaba desde antes, y se encontraron con que no había energía eléctrica. "La luz estaba desconectada del medidor", contaron familiares de Roxana.
Luego de poco más de 2 horas, la luz pudo ser conectada. Pero además los reclamos tuvieron que ver con la suciedad del lugar, y la tasa que deben pagar para que Roxana sea sepultada en el cementerio de Derqui, en el mismo lugar en donde yacen los restos de su padre.
"Nos dijeron que para hacer eso, necesitan 2600 pesos extras a los 3000 que ya pagamos", contó Nélida, prima de Roxana. Al cierre de esta nota se encontraban intentando reunir el dinero.
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