Un hombre de 46 años denunció que le habían baleado la casa, puntualmente la zona de la cocina, en el barrio cerrado “Los Condes”.
El hecho ocurrió anoche, cuando el propietario de uno de los lotes escuchó un fuerte impacto de arma de fuego y ruidos que provenían desde la zona de la cocina.
Al ir allí, detectó que había un orificio de bala en el área, por lo que de inmediato dio aviso a la Policía.
Una vez en el lugar, la Policía y el gabinete criminológico estableció que por la zona del impacto, la trayectoria del proyectil debería haber venido desde atrás de la casa, donde hay otra propiedad.
Al allanar esa casa, la Policía detectó en el interior de la finca a dos sujetos de 60 años, argentinos, manipulando una pistola calibre 380.
Se procedió a aprehenderlos, uno de ellos es dueño de la casa en la que estaba y el otro se domicilia en “La Candela”, otro barrio cerrado de Pilar, y se les secuestró una pistola Bersa Thunder 380 con cargador y seis municiones.
Asimismo tras realizarse requisa en el lugar se procede al secuestro Un revolver Magnum calibre 357 con seis municiones, un cargador Bersa calibre 380 sin municiones, una bolsa de tela con nueve municiones calibre 9mm, una caja con 38 municiones calibre 357, una caja con 36 municiones 380, una caja con 11 cartuchos 12/70, una caja con veintiocho cartuchos 12/70, veintidós vainas calibre 357, tres vainas de calibre 22, quince vainas calibre 380, una escopeta Maverick 88 calibre 12UAB Largo y once cartuchos 12/70.
Fuentes policiales señalaron que la bala perdida fue fruto de una mala maniobra del que manejaba el arma, que en principio tendría autorización para tenerlas en la vivienda, pero al mismo tiempo indicaron que “de casualidad no se produjo una tragedia”.