Dos nuevos sospechosos fueron detenidos por el crimen de Gabriel Izzo, el empresario asesinado a balazos el 9 de junio pasado durante un asalto cometido en su casa de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua durante el cual fue herida de gravedad su esposa. Con estos casos ya suman cuatro los apresados por el hecho.
Los arrestos se llevaron a cabo en dos allanamientos, uno de ellos realizado en Pilar, donde fue atrapado Jonatan Ricardo González (30), alias “Monarca”, y el otro en el barrio porteño de Barracas, donde fue detenido Brigado Achucarro González de (32).
Los procedimientos estuvieron a cargo de efectivos de la Dirección Departamental de Investigaciones de Morón y de la comisaría 2ª de San Antonio de Padua, quienes continúan con la búsqueda de los prófugos Diego Eduardo Correa (25) y Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza (30), ambos con alerta roja de Interpol.
Además de los nuevos apresados, se encuentran bajo arresto Gustavo Julio Alberto Mac Dougall (49), sindicado como quien manejaba el auto Volkswagen Gol gris en el que la banda llegó hasta la casa de Izzo, y Walter Rodríguez Sierra (53), apodado “El Uruguayo”, dueño de ese vehículo.
Días atrás, el juez de Garantías 2 de Morón, Ricardo Fraga, resolvió excarcelar a uno de los hombres que habían sido detenidos por el caso, Gustavo Damián Potenza, alias “Chevecha”, luego de que la fiscalía no pudiera reunir elementos de cargo que lo ubicaran en la escena de los hechos.
El crimen
El crimen de Izzo fue cometido el viernes 9 de junio a las 4.20 en una casa de la calle Italia 1.077, a pocas cuadras del centro de la estación de trenes de San Antonio de Padua, donde el hombre, dueño de un aserradero vivía con su esposa Silvana Petinari.
De acuerdo a la pesquisa, al menos cinco delincuentes llegaron hasta el domicilio a bordo del Gol gris y dos de ellos forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa e ingresaron, tras lo cual sorprendieron al matrimonio.
Otros dos, en tanto, se quedaron en el auto y un tercero merodeaba la zona, por lo que todos ellos fueron captados por las cámaras de seguridad del barrio.
Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación -una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38- con la que salió de la habitación para ver qué sucedía.
En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon y además lo apuñalaron.
La víctima también disparó, aunque sólo con el revólver, ya que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie, añadieron los voceros.
Izzo fue impactado por cuatro proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada y golpeada. (DIB)