Mientras las dudas e intrigas crecen en torno al crimen de Roberto Wolfenson Band, la defensa de uno de sus hijos cree que el celular de la víctima fue adulterado.
“Tenemos información cierta de que el teléfono de Wolfenson Band fue alterado. Es decir, vaciado completamente el día viernes 23 de febrero por, evidentemente, el autor del homicidio. Esto lo presenté en un escrito para que se compruebe pericialmente”, dijo a La Nación, Tomás Farini Duggan.
“No cualquiera sabe cómo eliminar por completo la información que está en un teléfono y eliminarla de la nube y todo lo demás, daría la impresión de que es lo que han hecho con el teléfono del padre de mis defendidos”, añadió, en referencia al equipo que fue robado de la propiedad donde se encontró el cuerpo de Wolfenson, en su casa del country La Delfina.
En un escrito, el abogado explicó el por qué del borrado de los datos del equipo, único elemento que no fue hallado en la escena del crimen.
“Hace cinco años la relación entre el Wolfenson y su hija se extinguió. Es decir, su hija no quiso mantener más trato con él. Consecuentemente, bloqueó su contacto telefónico. Sin embargo, la semana pasada advirtió lo siguiente: “Conforme resulta de la captura de pantalla correspondiente a su celular, al ingresar al contacto correspondiente al señor Wolfenson figura como último registro el día 23 de febrero de 2024 (es decir, el día en que fue descubierto el cuerpo sin vida de su padre)”.
“Ese dato revelaría que el homicida del señor Wolfenson manipuló su celular. Concretamente, lo activó el día 23 de febrero (claramente debía conocer el código de ingreso) y eliminó todos los chats” reza el escrito.
El fiscal Germán Camafreitas de la UFI N°3 le tomará en las próximas horas declaración a la pareja de la víctima, Graciela Orlandi. También se les tomará testimonio a los dos hijos del ingeniero, Esteban y Laura, y a los hijos de Orlandi.
“Preparar la cena”
La última persona en ver con vida a Wolfenson fue la empleada doméstica, Rosalía Soledad Paniagua, quien se retiró del country a las 13.53 del jueves 22. El cuerpo sería encontrado el viernes 23 cerca de las 17 horas.
“Me dijo que tenía que preparar la cena porque tenía una visita”, contó la mujer.
La mujer, no obstante, agregó otro dato que hace presumir a los investigadores que la muerte de Wolfenson fue anterior a lo que se creía, es decir no el viernes sino el jueves.
“La empleada doméstica sostuvo que cuando ella llegó, el ingeniero preparaba yogurt en una máquina que estaba en la cocina. Y que al mediodía le dio para probar, pero le dijo que todavía no estaba hecho. No es un dato menor, porque el 23 de febrero pasado, cuando fue hallado el cuerpo de la víctima, la máquina todavía estaba encendida”, sostuvo una fuente judicial.
“La elaboración del yogurt podía demandar unas ocho horas. ¿Por qué no fue apagada la máquina? Puede ser que al ingeniero lo hayan asesinado cuando todavía no había terminado de hacerse el yogurt y por eso la máquina quedó encendida”, añadieron las fuentes.