Un jurado popular en un juicio en Mercedes condenó a prisión perpetua a Gabriela Moreira, una mujer que había confesado el asesinato de su esposo pero que lo había hecho por sufrir violencia de género desde hace muchos años.
El 12 de agosto de 2019 fue el crimen en el barrio La Ranita de Open Door, en Luján. Según la fiscalía en la acusación, ella lo mató a él de un disparo aprovechando que él dormía.
En su defensa, ella dijo que lo mató pero que esa noche habían discutido muy fuerte y que ella temía por su vida, ya que Rolando Nusmabum, de 69 años, dormía con una de sus armas en la mesita de luz.
Justamente con ese arma fue que mató a su marido en la casa donde esa noche, los dos hijos del matrimonio, descansaban en otra habitación.
La prueba por la cual la Justicia empezó a sospechar de Moreira es que si bien ella inicialmente dijo que quienes mataron a su marido habían sido delincuentes que ingresaron a robar, ella en sus manos tenía restos de pólvora lo que daba cuenta que disparó el arma de fuego.
En el juicio, la fiscalía de Guillermo Lennard pidió sea condenada a homicidio agravado por el vínculo, por alevosía, y el uso de arma.
Con la misma calificación los doce jurados populares, de forma unánime, la condenaron a perpetua.