Alivio, y mucho, generó en Pilar el hecho de que la Provincia de Buenos Aires redujera sus expectativas de atar un porcentaje del Fondo Educativo a obras de infraestructura escolar.

Se trata de dineros que envía la Nación a Provincia, que a su vez coparticipa por goteo a cada una de las comunas, y que a Pilar le significarán unos 113 millones de pesos este año, y unos 125 millones en 2018.

La idea del gobierno de María Eugenia Vidal era atar el 75% de esos fondos a la ejecución, sin excepción, de obras en edificios escolares bonaerenses, lo que encendió la alarma en varios distritos, sobre todo los que con esos fondos sostienen educación formal y no formal municipal, como el caso de Pilar.

El intendente Ducoté preocupado por un posible recorte del Fondo Educativo

“Es inviable, si es así, van a peligrar las escuelas municipales”, graficaba un alto funcionario municipal días atrás.

El intendente Nicolás Ducoté también hizo pública su preocupación, pero al mismo tiempo manifestó que confiaba en que se iba a hacer una diferenciación entre comunas del conurbano y del interior, y las que ofrecen servicios educativos.

Fue así que luego de varias rondas de diálogo entre intendentes y el Ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, se decidió darles la derecha a los jefes comunales.

“Los municipios que cuenten con servicios de educación formal municipal, destinarán los recursos prioritariamente a cubrir los gastos de funcionamiento de los mismos. Los municipios que integran el área territorial del conurbano bonaerense, conforme lo establecido en el artículo 1º de la Ley Nº 13473, deberán destinar como mínimo el cincuenta por ciento (50%) de estos recursos a la infraestructura educativa. Los restantes municipios deberán afectar como mínimo el cuarenta por ciento (40%) de dichos recursos a idéntico destino”, señala el texto de la normativa aprobada.