El Gobierno anticipó que Trenes Argentinos Operaciones S.A. reducirá en los próximos meses unos 1.937 empleados como parte de su objetivo para sanear las cuentas de la compañía estatal y conseguir el interés de capitales privados para concesionar la operación del servicio ferroviario.
La empresa opera casi todas las líneas urbanas (Roca, San Martín, Mitre, Sarmiento y Belgrano Sur), las de larga distancia y regionales. En el último año, ya se implementó una serie de recortes que permitieron reducir gastos por más de $60.000 millones y ahora esperan acelerar ese proceso, según anticipó la Secretaría de Transporte de la Nación.
“Es importante destacar que se seguirá realizando el recorte necesario para sanear la empresa, por lo que se proyecta que en los próximos meses la dotación del personal no exceda los 20.000 empleados (vs 23.834 iniciales), un número histórico para la cantidad que ha tenido siempre”, señaló Transporte en un comunicado.
En el último año y medio se redujeron 1.897 “entre puestos duplicados, empleados sin funciones que no cumplían con las tareas asignadas, o que directamente no se presentaban a trabajar”.
La reestructuración de Trenes Argentinos comenzó el año pasado, cuando se implementaron medidas de “ajuste y optimización operativa”. Una de las principales medidas fue la reducción de la estructura jerárquica de la empresa, que permitió un ahorro de $13.257 millones anuales según datos proporcionados por Transporte. Se eliminaron 277 cargos jerárquicos, lo que representó una reducción del 32% de la estructura organizativa de la compañía.
El ajuste en la compañía también incluyó “la optimización de los recursos y la eliminación de gastos innecesarios“. La compañía implementó una reducción de horas extras de 73%, lo que representó un ahorro adicional de $600 millones al año. Ese recorte fue acompañado por la revisión de contratos con proveedores y la eliminación de servicios no esenciales.
Parte del ahorro también provino de la reducción de la flota de vehículos de la empresa. Trenes Argentinos disminuyó en un 30% los autos alquilados que no cumplían funciones operativas, lo que se tradujo en un ahorro de $3.192 millones anuales. Asimismo, se eliminaron vehículos 4×4 de alta gama, responsables de los mayores costos para la empresa, y se redujo el uso de las tarjetas de combustible, lo que permitió un ahorro de $400 millones anuales.
Trenes Argentinos, junto con otras empresas públicas como Enarsa, Yacimientos Carboníferos Río Turbio y AySA, figura entre las compañías sujetas a privatización en la Ley Bases que habilita la transición hacia la gestión privada.
El objetivo principal de las medidas implementadas en Trenes Argentinos es preparar la empresa para que pueda ser concesionada total o parcialmente a actores privados. Esto incluiría la licitación de servicios y la posible venta de acciones de la empresa.
La Secretaría de Transporte destacó que la privatización de Trenes Argentinos no implicará la eliminación de empleos de manera inmediata, ya que el proceso será gradual y se dará de manera ordenada. Sin embargo, la reestructuración y los ajustes permitirán que el sector privado se involucre con mayor facilidad en la operación del servicio. (DIB)