La estabilidad del dólar tras la salida del cepo aporta en el inicio del año un significativo impulso a la compraventa de propiedades en la provincia de Buenos Aires, que bajo la herramienta del crédito hipotecario marcó en el primer cuatrimestre de este año una suba de más de un 500%. Pero a su vez, hay una alarma que se encendió por el nuevo ajuste de los UVA y pone en duda el futuro del sector.
Entre enero y abril de 2025, hubo un total de 36.176 ventas de inmuebles en territorio bonaerense, un 58,2% más que en el primer cuatrimestre del año pasado. De acuerdo a los datos que analizó DIB, abril fue otro mes positivo, con 12.158 operaciones, lo que representa un salto con respecto a las 7.617 del mismo período de 2024.
Sin embargo, siempre de acuerdo a las cifras del Colegio de Escribanos bonaerense, la gran noticia para el mercado inmobiliario es el rol que tomó el crédito hipotecario en estos meses. De las 36.176 operaciones del cuatrimestre, 6.335 fueron realizadas por esta herramienta. Es decir, un 17,5% del total.
Si se compara esas 6.335 hipotecas con los datos del primer cuatrimestre del año pasado, también se ve un salto del 509,7%, ya que en ese período se realizaron 1.039 operaciones. “No solo crecen las compraventas, también vemos un repunte sostenido en las hipotecas, que es un dato muy alentador para el sector”, afirmó el presidente del Colegio, Guillermo Longhi.
Los datos de este año confirman la tendencia alcista de los créditos, tras cinco años de estancamiento. De hecho, entre enero y abril de 2022 las operaciones a través de hipotecas fueron de 2.576, mientras que un año después, el último de la gestión de Alberto Fernández, cayó a 2.198.
“El acceso al financiamiento resulta esencial para consolidar esta tendencia positiva. Si el crédito se amplía, muchas más personas podrán alcanzar el sueño de la vivienda propia y eso, sin duda, genera un impacto muy importante en la dinámica general del mercado”, agregó Longhi.
No obstante, el sueño de casa propia, comenzó a complicarse, y en las últimas semanas una docena de bancos volvieron a subir las tasas de sus créditos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo). La tendencia alcista comenzó a evidenciarse hacia fines de 2024 y, desde entonces, algunas entidades ya aplicaron su cuarto ajuste.
En el caso de los créditos UVA, cuya cuota se actualiza por inflación según el índice CER, la suba de tasas resulta especialmente sensible porque impactan en el posible tomador de préstamo al restringir el acceso. Es decir, mientras más alta es la tasa, mayor será el ingreso que debe justificar el solicitante.
Las tasas actualmente se ubican, en promedio, en el 4,9% para bancos públicos o provinciales, mientras que los privados ya escalaron por encima del 8% cuando en un principio era del 5,5%. Según la plataforma Mudafy, el Banco Nación ofrece la cuota más accesible: con una TNA del 4,5%, exige un ingreso mínimo de poco más de $2 millones mensuales para un préstamo de US$70.000. En el otro extremo, bancos como BBVA, Santander o el Hipotecario requieren ingresos superiores a los $3 millones, debido a tasas más altas. (DIB)