Una joven acusada del secuestro extorsivo de Matías Berardi, el adolescente de 16 años capturado en Escobar, mantenido en cautiverio en Tigre y ejecutado en Campana en 2010, fue condenada este miércoles a 6 años y 8 meses de prisión, aunque permanecerá en libertad y monitoreada con una tobillera electrónica.
El veredicto fue dictado en forma unánime por el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín, y alcanzó a Alexa Souto Moyano, quien había sido absuelta en un primer juicio, en el que fueron condenadas otras 10 personas, entre ellas sus padres.
Hasta que la sentencia quede firme, Souto Moyano deberá informar un domicilio del que no podrá ausentarse por más de 24 horas sin autorización del tribunal, deberá presentarse en la sede judicial cada vez que sea convocada y tendrá prohibido cualquier tipo de acercamiento a los familiares de la víctima o sus allegados. También deberá llevar una tobillera electrónica y no podrá salir del país. De no cumplir esas condiciones, será detenida.
Al inicio de la audiencia, Souto Moyano expresó sus últimas palabras e insistió con su inocencia: “Lo único que digo es que los culpables y los responsables ya tienen una condena y la están cumpliendo. Yo no tengo nada que ver, yo necesito que esto termine para mí. Necesito que sea justo para mí. Nada más que eso”.
En su alegato de la semana pasada, en una audiencia que duró casi dos horas, la defensora oficial Diana Bergel había pedido su absolución y subsidiariamente que, de ser condenada, Souto Moyano recibiera una pena de 3 años de prisión de ejecución condicional como coautora del secuestro, cometido cuando ella era menor de edad.
La historia del caso
Con 16 años, Matías Berardi era el mayor de cuatro hermanos y cursaba el quinto año del colegio Saint George de Escobar cuando la madrugada del 28 de septiembre de 2010 regresaba de una fiesta de egresados en la Capital Federal y se bajó de una combi en Panamericana y Ruta 26 para volver a su casa en ese partido del norte del conurbano.
Según surgió de la investigación, Matías fue secuestrado por un clan familiar que lo mantuvo en cautiverio en una casa de la avenida Sarmiento 407 de Benavídez, partido de Tigre, desde donde se realizaron los primeros llamados extorsivos a sus padres para exigirles un rescate de 30.000 pesos.
Pero tras pasar 14 horas cautivo, el adolescente logró escapar, salió a la calle y pidió ayuda a los vecinos, a quienes les dijo que lo tenían secuestrado, aunque no logró que nadie lo refugiara y la banda lo recapturó y decidió asesinarlo. No obstante, antes de hacerlo, los secuestradores llamaron por última vez para saber cuánta plata había reunido la familia, que exigió una prueba de vida que nunca llegó.
El cadáver de Berardi fue hallado al día siguiente en un camino de tierra a 300 metros de la ruta 6, en Campana con un tiro efectuado con una pistola 11.25, que ingresó por el omóplato derecho y le ocasionó la muerte.
En el primer juicio de 2013, el TOF 3 de San Martín condenó a prisión perpetua al herrero Richard Souto -padre de Alexia- y a Néstor Maidana, Damián Sack, Gabriel Figueroa y Gonzalo Álvarez. También a penas de 24 años de prisión a Ana Moyano -madre de Alexia-; a 17 años de cárcel a Jennifer Souto Moyano; a 19 a Celeste Moyano; a 21 a Federico Maidana y a 18 a Elías Vivas.
Los jueces de aquel debate no pudieron comprobar que Alexia Souto Moyano haya estado en el galpón donde estuvo cautiva la víctima, por lo que la absolvieron, aunque en 2016 esa decisión fue revocada. (DIB)